Invasión de verano

María amaneció con una mano hinchada a más no poder, sin embargo no recordaba haber sufrido ningún accidente doméstico. Fue inmediatamente al médico, donde la trataron varios días, aunque no le dieron un diagnóstico preciso, ya que los médicos hacen varios análisis. Pero, simplificando, tenía toda la apariencia de haber sido una picadura de araña. Los insectos y otros pobladores del ecosistema hacen su aparición cuando suben las temperaturas, por ello debemos saber cómo combatirlos o espantarlos.

“La picadura de una araña comúnmente tiene 7 puntos o ‘boquitas’. El remedio es ponerse barro hasta que la picadura empiece a tener fiebre y termine expulsando las toxinas”, señala el ingeniero agrónomo y entomólogo Alejandro Herrnsdorf.

–¿Qué insectos tenemos más en el jardín de ciudad?

–Los más notorios son los mosquitos, especialmente los de las patitas “club Libertad”, los temibles Aedes aegypti, después tenemos los mbarigui y las moscas, que también gustan de la humedad y el calor. Los insectos que aparecen en el jardín desde setiembre, por lo común, son polinizadores: mamanga, avispas, abejas comunes, abejas sin aguijón, entre otros.

–Salvo que sean cucarachas, moscas y mosquitos, ¿debemos combatirlos?

–El problema con los insectos que transmiten enfermedades es su resistencia. Por ejemplo, si aplicás un pesticida que liquida su población en un 90-95%, los sobrevivientes adquieren resistencia al pesticida y la heredan sus crías. Por lo que de a poco, antes que beneficiarnos, estamos creando poblaciones más fuertes. Si observamos, al aplicar un aerosol, nosotros nos intoxicamos más que los insectos. Por otro lado, surge el dilema: ¿aplicamos insecticida en el jardín contra las plagas bajo riesgo de matar a los polinizadores? Sobre las cucarachas, con ellas la solución es hacer una desinsectación violenta, que implica llamar a una empresa que fumigue la casa con un pesticida de corta duración.

–¿Es verdad que sin rascarse la picadura de un mosquito no vuelven a picarte nunca más?

–No vas a sentir más el picor, pero no garantiza que no haya nuevas picaduras. Los mosquitos se guían por el olor a dióxido de carbono que emitimos en la respiración. Toda vez que respiremos, tendremos mosquitos alrededor nuestro.

–¿Qué actitud tomamos ante los sapos, lagartijas y víboras?

–Los tres que mencionaste son controladores naturales. A las lagartijas y sapos no hay que hacerles daño, son inofensivos y útiles. Sin embargo, las víboras, que pueden ser una constante en los patios, son peligrosas y atacan a los más pequeños.

–A pesar de que los insectos se benefician con el calor, también buscan “refrescarse”.

–Los insectos buscan ambientes iguales a los nuestros. Por eso son un problema para nosotros: les gusta lo mismo. En los colectivos de larga distancia ponen el aire acondicionado al máximo frío para evitar la proliferación de insectos.

Para defendernos de los insectos en verano, debemos cumplir pautas de higiene y salud. “Según Senepa todo aceite esencial esparcido en la piel (clavo de olor, menta, etc.) repele al insecto. Para eso hay que dejar macerar en alcohol las partes aromáticas de estas plantas y luego aplicar el compuesto en forma de spray. Tiene un efecto breve pero es menos tóxico que el DEET (repelente comercial)”, explica el entomólogo. Se suma el consumo de levadura de cerveza (10 g/día) rica en vitamina B.

“La tiamina una vez absorbida por el cuerpo es exudada por los poros y el olor repele a los chupadores. También si le damos al perro, no tendrá problemas de pulgas ni garrapatas. Sin embargo, los bebedores de cerveza exudan un olor que atrae a los mosquitos”, subraya. La presencia de algunos vegetales aromáticos es importante: cedrón, albahaca, romero, eucalipto mentolado y común, citronella, etc. “Se pueden tener en el interior de la casa, salvo en las habitaciones, ya que a la noche los vegetales consumen oxígeno y liberan dióxido de carbono, lo cual se puede traducir en, por lo menos, noches muy pesadas”.

–Normas sabemos, hábitos sanos no tenemos.

–No solo aplicar pesticidas es la solución. Las barreras físicas son lo mejor porque alteran el ambiente para evitar posturas de huevos y reproducción. Hablamos de tejidos en las ventanas, hacer correr el agua de la pileta. No dejar alimentos sin guardar. La limpieza y el orden dentro de la casa, especialmente en la cocina y el baño, son la mejor prevención. De hecho la medida de combate al transmisor del dengue es una cuestión de vida o muerte, y el no hacerlo, es decir, dejar que se formen ambientes aptos para la propagación de esta y otras enfermedades, debería ser considerado un crimen.

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