En la homilía de la eucaristía que comenzó a las 9:30, el padre Arévalo recordó la incredulidad de Santo Tomás y mismo tiempo resaltó que “muchas veces los cristianos somos incrédulos”. Puso como ejemplo, el templo de la Encarnación que hasta ahora no se ha reparado en su totalidad. “Este edificio es patrimonio histórico nacional. ¿Cuántos presidentes de la República han pasado; han prometido restaurar, y sigue como está? Miren arriba está todo deteriorado”, remarcó. Agregó que por lo visto tenemos poca fe y no sensibilizamos a las autoridades para que escuchen el reclamo.
El sacerdote también se refirió a las próximas elecciones generales, y al respecto invitó a todos los presentes a participar y elegir a las autoridades que puedan sacar al país del atraso. “Dentro de 15 días debemos demostrar que somos demócratas y colaborar para que nuestro país salga adelante. Me hubiera gustado conocer más las propuestas para sacar al país de la miseria, sin embargo, solo escucho sapos y culebras, acusaciones y agresiones verbales que distraen la atención. Ellos deben proponer propuestas y no agresiones”, apuntó.
En otro momento, abogó por salud, trabajo, educación y hogar para el país. “Debemos pedir a las autoridades que estas necesidades sean cubiertas”, resaltó.
En otra parte de su homilía propuso orar por la paz que nace en el corazón y por la familia. “Allí debemos dialogar y no vivir más en paralelo. La familia debe estar unida en la honestidad, en el trabajo, en la fe para salir adelante. Si esto no ocurre, la familia se separa, está en crisis porque le falta la fe; la persona que tiene paz en su corazón construye obras y forma comunidad”, concluyó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy