Iglesia de la Encarnación

La gran muralla de la iglesia de la Encarnación presenta un importante deterioro y representa un peligro para los transeúntes y automovilistas que circulan a su alrededor. Pese a estar al tanto de la situación, el Ministerio de Obras Públicas no accionó y se teme un posible derrumbe.

Desde hace varias madrugadas la iglesia de La Encarnación, declarada Patrimonio Nacional del Paraguay, viene siendo afectada por delincuentes que irrumpen y se llevan desde los focos del patio hasta elementos de los acondicionadores de aire. Encargados de la parroquia ya no saben a quién recurrir, pues las reparaciones son muy costosas.

El padre Julio Rojas, encargado de la iglesia de la Encarnación, reportó hoy que fueron víctimas nuevamente del hurto de focos led, caños de cobre y cables por parte de delincuentes. Según indicó, ya son varios los robos que se concretaron durante la semana en el lugar y, de acuerdo a imágenes de circuito cerrado, los autores son menores de edad, presumiblemente adictos.

Un pesebre está generando una terrible confrontación entre grupos de feligreses que montaron una bella representación de la familia de Jesús en la Iglesia de la Encarnación y el párroco, al que acusan de querer desmontar antes de tiempo las imágenes, ya que en el sitio se planea una ostentosa boda. En este caso, la conocida frase de los casamientos, “lo que Dios unió que no lo separe el hombre” ahora paradógicamente podría dividir a la sagrada familia, o al menos, a la tradicional representación de ella.