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Pisos resquebrajados, juegos infantiles destrozados y un paisaje desolador y hasta tenebroso reinan en el Parque de la Solidaridad ubicado en el barrio Varadero, al término de la Avda. Stella Maris. Fue construido por el Consorcio ABH-Arquitecta Luci Porro e inaugurado en enero del 2013 con bombos y platillos y su administración pasó a manos de la Municipalidad de Asunción.
La obra, que costó casi G. 5.000 millones, ya había presentado a los 8 meses de uso grietas y resquebrajamientos en el suelo. Hoy la situación ha empeorado y la maleza se abre paso entre las baldosas.
Las hamacas ya no tienen tablones y la calesita desvencijada dan una imagen de tristeza y abandono. Destrozados como están, son juegos inseguros y peligrosos para los niños.
En su momento la inauguración fue muy anunciada, pero una vez finalizada la obra (primera fase), ya no se organizaron actividades para atraer público. Por eso el parque casi no recibe visitas y resulta inseguro.
Un mar de basura
Por otro parte, el arroyo Jaén que nace en las calles Ayolas y Humaitá y desemboca en el río Paraguay en el mismo sector se encuentra totalmente contaminado por residuos sólidos. En el agua hay hasta un carrito de bebé. Las aves van en busca de alimento y terminan ingiriendo desperdicios.
Un proyecto de saneamiento del cauce también llevado a cabo por el MOPC se terminó en el 2015 con un costo de G. 3.300 millones. Se encargaron la arquitecta Luci Porro (primera fase) y el Ing. Ricardo Díaz Martínez (segunda fase). El dinero fue un adelanto del crédito de US$ 212 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el proyecto metrobús.