Luego el prelado refirió que “hoy al recordar la creación de la diócesis y la consagración de la Catedral (de San Lorenzo) nos recuerda el Señor que el verdadero valor del templo debe partir en reconocernos nosotros mismos como consagrados al mismo Dios, para poder celebrar la liturgia sagrada. Caso contrario pasaría de ser un mero rito más sin contenido, sin sentido, esto debe llevarnos a un compromiso auténtico con la otra persona, con la misma sociedad”, resaltó. El religioso destacó que la verdadera oración se da con el testimonio de vida, con la entrega.
09 de julio de 2015 - 22:07
Instan a recibir al papa Francisco con alegría
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