“Lo único que pido es justicia”

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Alessandro Amadeo Zanotti Cavazzoni Franco (30), el joven baleado por agentes de la Senad el pasado 18 de junio en un cañaveral de Nueva Italia, relató ayer a ABC Cardinal la verdadera pesadilla que pasaron aquel fatídico día en que una bala segó la vida de su sobrinita Vivian Romina Paredes Zanotti (3). Contó detalles del terror que vivieron, dijo que tiene por delante seis meses de recuperación y clamó justicia.

–Sabemos que es un momento traumático y difícil recordar ese fatídico sábado. Tu mamá vino muy mal tras declarar en la fiscalía. ¿Como están sobrellevando estos momentos en la familia?

–Es un momento muy difícil para mí y mi familia también. Mamá está en recuperación y yo también. El sábado pasado me dieron de alta. Por suerte estoy en casa y estamos en la lucha.

–¿Sentís muchos dolores y cuál es el tratamiento?

–Siento todavía dolores en la herida, y estamos tratando de sobrellevar.

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–¿Cuántos impactos de bala recibiste?

–Tres impactos; dos me sacaron y uno quedó. El de la clavícula no pudieron sacar.

–¿Podés contarnos cómo fue el momento en que llegan hasta ustedes los agentes y empiezan a disparar?

–Nosotros nos dedicamos al cultivo de caña de azúcar y ese día fuimos a hacer un recorrido con el tema de la cosechadora. Era dar una vuelta con la familia, mi mamá, mi papá y mi sobrinita. Fue un día antes del Día del Padre. Cuando pegamos la vuelta para volver vemos dos camionetas negras, sin chapa, que vienen a toda velocidad y desde dos metros empiezan a realizar varios disparos. No sabía qué pensar, si era secuestro o asalto. No sabía qué era lo que pasaba hasta que me di cuenta que eran de la Senad.

–¿Cuándo te diste cuenta que eran de Senad?

–Cuando ya se bajaron todos del vehículo...

–¿En qué momento recibiste los balazos?

–La camioneta recibió al menos 20 balas hasta que le hicieron parar. Yo ya estaba herido, mi sobrinita también y allí me dice mi papá: Salvate vos hijo, salvate vos hijo. Abro la puerta y corro y entro al cañaveral. Caigo y me quedo desangrado. Empiezo a hablarle a papá, herido desde adentro. No sabía si mi sobrinita estaba mal o no. Le pegaban a mi papá. Después me dice Ale todo tranquilo, Ale todo tranquilo. Salí hijo. Me grita varias veces y después me llama al teléfono y me dice otra vez que salga. Yo salgo herido y allí me auxilian y llevan al hospital.

–¿Viste a Vivian herida?

–Yo no supe exactamente qué pasaba. Pero me di cuenta de que también recibió un disparo.

–¿Y tu mamá cómo está reaccionando ahora?

–Ella está mal. Estamos con tratamiento sicológico. Llora todo el día, le extraña mucho a su nieta.

–Tu hermana, la madre de Vivian, ¿sigue en el interior o en Guarambaré?

–Ella sigue en el interior con su esposo y están con tratamiento. Pero peor que ella está el padre de Vivian.

–¿Qué explicación le encontrás a lo que les pasó. Sabemos que son gente de trabajo...

–Pensé muchísimo ya. No tengo ninguna explicación. No sé qué decir...

–¿De camino al hospital qué pasó, les acompañó algún agente de la Senad?

–Me llevaron al Hospital de IPS de Guarambaré y me alzaron a una ambulancia y un doctor (Dr. Marcos Ojeda) se fue conmigo y fue el que me salvó la vida. Me puso suero. Bajó tanto mi presión y ya estaba por morir. El me salvó la vida hasta llegar a Emergencias para operarme el Dr. Erico.

–Durante el ataque, ¿vos escuchaste qué decían los agentes de la Senad?

–Le golpeaban a papá. Gritaban. Le tiraban contra el suelo. De todo le hacían. Decían que había algo en el lugar y preguntaban si teníamos armas. Querían saber si yo estaba armado. Pero no tenemos...

–Realmente pasaron momentos de terror... ¿Cuándo supiste lo de Vivian?

–En Emergencias. El lunes me comentaron que había fallecido.

–Tu abuelo está en los EE.UU. ¿Cuándo vuelve?

–En un mes y medio va a regresar.

–¿Vivian quería ir ese día al cañaveral?

–Ella estaba feliz con el paseo. Yo estaba por Guarambaré y cuando llego a casa me dice papá para ir al cañaveral, como era sábado. Fuimos a pasearnos y a acompañarle, como es parte de su trabajo. Le alzamos a mi mamá y a Vivian de la casa de mis abuelos. Allí dice Vivi: Voy a llevar mi muñeca. Ella tenía una muñeca vestida de enfermerita. Y solo ese quería llevar. Se ve que iba a pasar algo, por eso tal vez ella insistió con llevar a su enfermera.

–¿Cuánto tiempo de recuperación tenés?

–Los médicos dicen seis meses. Inclusive voy a tener otra cirugía. Es una situación difícil, pero me vienen a visitar amigos y familiares.

–¿Cuál es el mensaje que lanzas a las autoridades, a la fiscalía?

–Lo único que pido es justicia, lo único que pido es eso.

Se recibió de agrónomo

Alessandro Zanotti acaba de completar la carrera de Agronomía en la Universidad San Carlos en Itá: “Yo me recibí de ingeniero agrónomo y el lunes 27 de junio tenía que recibir mi título, pero no pude ir porque estaba internado”. Toda la familia trabaja para la fábrica La Felsina de Guarambaré.

pgomez@abc.com.py @JavierSanchezPy