Tibia reacción de fiscalía ante graves denuncias

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La grave denuncia del Gral. SR Herminio Piñánez Balmori sobre la causa de la muerte de su hijo, el capitán ingeniero Enrique Piñánez Ciancio, y de su ayudante, el suboficial José González, da lugar a inquietantes interrogantes en torno a la actuación de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) en el Norte que no son indagadas por la fiscalía.

El Gral. Piñánez, en su extensa declaración a nuestro diario, se refirió a las dudas que tiene sobre la muerte de su hijo, ocurrida el 26 de noviembre de 2014, en Cuero Fresco, distrito de Horqueta, Dpto. de Concepción, al estallar un explosivo en el vehículo en que iba junto a su ayudante.

Pero, para explicar sus dudas, Piñánez, desde su perspectiva militar, describe lo que era la FTC desde setiembre de 2013, cuando su hijo fue comisionado para trabajar como experto explosivista.

Relata que la fuerza estaba organizada con personal militar y policial, comandados por el general Restituto González (fue reemplazado el 5 de agosto de 2014 por el Gral. Ramón Benítez) los primeros y por el comisario general Antonio Gamarra los segundos.

Afirma que desde un comienzo esta fuerza no tuvo la cohesión necesaria, que se tradujo en frecuentes conflictos de carácter disciplinario.

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Y luego cita la primera consecuencia grave de este hecho que se registró el 23 de octubre de 2013, cuando el comisario Manuel Escurra, de la comisaría 3ª de la ciudad de Horqueta, fue asesinado en una emboscada.

El Cap. Ing. Piñánez con su equipo de expertos en la manipulación de explosivos (explosivistas) encontraron en la escena del crimen varios paquetes de artefactos explosivos de fabricación casera, envueltos con cintas de embalaje y que en su mayoría no llegaron a explotar.

Piñánez guardó en su pieza las evidencias y luego viajó a Asunción.

Al retornar no las encontró y recibió la información, del mismo Gral. González, de que el comisario Gamarra las había retirado.

Luego este jefe policial le indicó que las evidencias ya habían sido destruidas, tras el informe final del caso.

El Gral. Piñánez se refirió a los llamativos hechos de corrupción que percibía su hijo.

“Es impresionante la cantidad de plata que recaudan en concepto de extorsión, protección y patrullaje –me dijo–. La recaudación en concepto de tráfico de drogas se manejaba en otro ámbito por quienes estaban acostumbrados a este trabajo. Ninguna mercadería podía llegar a destino sin el visto bueno correspondiente”, refirió el militar retirado.

Luego citó un caso específico que le había contado su hijo.

“En una oportunidad fue portador de una encomienda para su jefe, la que por seguridad y curiosidad se animó a abrir, encontrando que contenía 40 millones de guaraníes y un papelito que decía: ‘Gracias por la colaboración’. Este caso les comentó a su esposa y a su hermana, quienes, a su vez, me lo comentaron a mí”, refirió.

Comandante de FF.MM. dice que se investigó

El Gral. Luis Garcete, comandante de las Fuerzas Militares, se negó en la mañana de ayer a hacer mayores comentarios sobre la denuncia de que el capitán Alfredo Piñánez fue asesinado por haber descubierto hechos de corrupción en filas de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) que opera en el norte.

Se limitó a decir que en su momento se instruyó un sumario y que hay toda una investigación terminada por la justicia militar.

Al insistírsele sobre los resultados de esas averiguaciones, el general Garcete se negó a hacer mayores comentarios. “Es todo lo que voy a decir. Ya no haré comentarios con relación al tema”, sentenció y se retiró del lugar.