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El cartista González Daher fue echado del Senado por decisión de sus pares ante la abrumadora evidencia de tráfico de influencias y sospechas de enriquecimiento ilícito. Sin embargo, el exsenador está en la lista de candidatos a senadores para las elecciones de abril, ubicado en un lugar seguro para ser reelecto.
El grupo Añetete, que toma cierta distancia del cartismo para caer bien al electorado, apoyó la sanción a González Daher, pero se declara impotente para expulsarlo de la lista “por carecer de atribuciones”, esperando que renuncie.
¿Cuál es el mensaje al correlí defenestrado? Para evitar rechazo a nuestra oferta electoral, te dejamos fuera ahora, total ya falta poco para que termine el período parlamentario y seguro vas a ser reelecto. ¡No puede existir mayor cinismo!
Es cierto que Colorados Añetete carece de atribuciones para sacar a González Daher de la lista de candidatos. Sería desde luego políticamente incorrecto que los colorados impugnen a alguien de su lista electa en comicios internos, pero el movimiento que lo postuló puede retirarle su confianza y pedir públicamente su retiro. No hacerlo es ser cómplice.
Cruzarse de brazos ante un candidato echado de nada menos que el Congreso por deshonrar la investidura es una cuestión que recorre el estrecho espacio entre la hipocresía, el cinismo y la coherencia y el celo por la ética política.
La Constitución y la ley garantizan la libertad de asociarse y establecen el mecanismo de buscar la representación política, lo que implica la enorme responsabilidad de los partidos y movimientos que postulan candidatos. Por eso no pueden desentenderse.
Sin embargo, la carroña política instalada en la elite de poder dejó crecer el hábito de que ciertos caciques partidarios tengan la atribución de elegir por todos nosotros a quienes integrarán las listas de candidatos, llegando a convertir estas listas en sábanas que cubren el prontuario de los peores.
Es lo que sucederá con González Daher. Colocado en una lista sábana, el ciudadano colorado no tendrá otra opción que votarlo dentro del montón.
¿Y qué quiere que hagamos nosotros?, escuché decir a un colorado de Añetete. Lo siguiente: 1. Combatir de frente hasta terminar con las listas sábana. 2. Exigir a su líder (Marito) a que exija al líder del otro movimiento colorado (HC) a que pida la renuncia a González Daher. 3. En caso de negativa, exigir al presidente del partido a que se pronuncie públicamente sobre la necesidad de que González Daher se retire de la Lista. 4. Esperar hasta hoy que alguien lo impugne.
Decir solo: “Si fuera por mí, prefiero que no figure en la lista”, sin hacer más, es hipocresía y cinismo. Alliana, Marito y HC saben que están instalando a un corrupto en una lista que será votada, pero no ofrecen ninguna garantía de que el corrupto de este período no volverá a serlo en el siguiente.
La Constitución dice que el funcionario es personalmente responsable de sus actos, pero el sistema funciona con esta lógica de impunidad para proteger a corruptos de modo que la corrupción siga gozando de buena salud, a pesar de los episodios escandalosos que ni siquiera logran avergonzar a los salpicados y menos a sus familiares. Se ha perdido la vergüenza y nadie de la cúpula política sale a buscarla.
ebritez@abc.com.py