Se olvidan de la mayoría

La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) construyó 102 viviendas en la fracción “La Amistad” de Juan León Mallorquín en el marco de un convenio firmado con la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) y la Municipalidad. Según el acuerdo, la Senavitat debía adjudicar las viviendas, luego de un censo de postulantes, y la Municipalidad debía encargarse de conseguir el predio donde construir.

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La EBY cumplió, construyó las casas; la Senavitat cumplió porque se encargó de hacer el censo y adjudicar a los que realmente necesitaban, aunque hubo algunos avivados que tuvieron que hacer algunas artimañas para pasar por “necesitados”. El que cumplió a medias fue el intendente, Mario Noguera (PLRA), quien adquirió seis hectáreas de terreno (con el dinero del pueblo) y antes de que la Senavitat realice siquiera el censo, vendió unos 41 lotes y arrendó los 61 restantes. Y claro, la intención de Noguera es que sus correligionarios y familiares se queden con las casas, ya que al estar al día con el pago del arrendamiento o el haberlos cancelado, les da derecho sobre los lotes, o al menos fue eso lo que les hizo creer.

El 18 de octubre de 2015, la Senavitat entregó 88 casas que formaban parte de las 102, mientras otros 14 adjudicados fueron objetados por la Junta Municipal y la Intendencia y tuvieron que quedar en espera de una decisión. Y, obviamente, tanto el legislativo como el ejecutivo llegaron a un acuerdo: entregar esas 14 viviendas a parientes y amigos, e incluso tenían ya una lista especial aprobada.

Semanas después, la Senavitat se ratificó en su decisión de adjudicar las viviendas a las 14 personas de su lista, pero las autoridades hicieron caso omiso a la decisión. Las 14 familias no se quedaron con los brazos cruzados y tras seis meses de manifestaciones, recurrir a la Junta Municipal, a la intendencia y a la Senavitat, el viernes 28 de abril ocurrió lo que se veía venir: 12 personas invadieron las viviendas. ¿Quiénes son? Son parientes del intendente, entre cuñado, primos, primas y tía. El resto, dos, son allegados a los concejales.

El caso está a cargo de la justicia, pero los afectados temen que Noguera incline la balanza de Astrea hacia sus familiares y allegados de ediles.

Para evitar más atropellos como este, los mallorquinos deben aprender a exigir a las autoridades una administración eficiente y transparente, porque hasta el momento lo único que hicieron es complacer a unos pocos y olvidar a la mayoría.

sara.fleitas@abc.com.py

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