Zombies

En la semana que pasó, Douglas Cubilla (director de Aeropuertos de la Dinac), destituyó a varios funcionarios cualificados, entre ellos, al director del aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi. Testigos aseguran que para justificar su decisión mostró a los destituidos una captura de pantalla donde, según él, yo pedí las cabezas de los técnicos al mismísimo presidente Mario Abdo Benítez quien a su vez pidió las cabezas al director de Dinac, Édgar Melgarejo. ¡Falso! 

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Cuesta digerir en manos de quiénes estamos. Aquel jefe que no tiene la autoridad para inspirar respeto y administrar el poder no puede tener mando para organizar –ni siquiera– un campeonato de pandorgas... menos aún el sistema aeroportuario del Paraguay.

Douglas Cubilla destituyó a varias autoridades técnicas, entre ellas un gerente de seguridad con quien el aeropuerto Silvio Pettirossi había pasado la media de aprobación de organismos internacionales. Aseguran que lo reemplazaron con otro funcionario que llevaba 5 años en Salto del Guairá. Si así se están manejando los nombramientos, como mínimo podemos decir que estamos en manos de un equipo de chismosos que cortan cabezas e instalan títeres funcionales por el “dice que dijeron” más que por las capacidades.

Lo más gracioso es que Douglas Cubilla, el hombre que destituyó a los técnicos calificados del Silvio Pettirossi es –él mismo– un miembro más de las viejas camarillas que se venían denunciando en la Dinac. Aparece en varias publicaciones, en una de ellas se denunciaba que pese a ser de la Dinac estaba comisionado en la Municipalidad de Luque con un salario cercano a los G. 10 millones; encontramos incluso su nombramiento como asesor comercial en la misma Municipalidad (febrero del año pasado). Para salirnos de la duda, nos dimos una vuelta alrededor de sus redes sociales y allí están, fulgurantes, sus contactos con aquellos que bastardearon la institucionalidad, gente como el poderoso amo de las cargas aéreas, Ramón Servín Sandoval, y hasta con el mismo Ramón González Daher.

En las dos últimas semanas el gobierno entrante nos está bombardeando con amargos nombramientos. Carruajes y escombros que vuelven a lugares de donde habían sido echados, una vieja historia que se repite. Son los zombies volviendo del más allá, los que estaban sepultados por el descrédito y la mala fama; vuelven como si no hubiera nuevas generaciones de paraguayos y paraguayas cualificados que esperan oportunidades para servir a la patria.

Nuestro recordado editorialista, el doctor Enrique Bordenave, repetía con frecuencia su pesar de que los gobiernos entrantes casi siempre tienen la tentación de re-fundar algunas cosas que ya están fundadas... y funcionando bien. Aseguraba que caer en esa tentación era fundir y re-fundir el país más que re-fundarlo.

El cambio no es cambio de una pieza por otra; no trata de pagos de facturas, devolución de favores, premiar a incondicionales, agasajar a financistas y correligionarios. Un verdadero estadista genera el cambio cuando eleva los estándares y calificaciones de las personas que ocupan los cargos... Todo lo demás es bazofia.

mabel@abc.com.py

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