Con la ayuda de las ministras Miryam Peña y Gladys Bareiro de Módica –y la disidencia de Benítez Riera–, el expediente de Zacarías Irún fue enviado a Alto Paraná para ser sustanciado en tribunales del Este. Pese a la absoluta desconfianza en una justicia ecuánime, considerando que el clan ha dominado el Poder Judicial en Alto Paraná, el expediente se tramita allá.
No fue la única ayuda a los ZI. El juez Marino Méndez fue denunciado ante el JEM por prohibir que la Junta Municipal esteña tratara la renuncia de Sandra McLeod. El juez Marino Méndez se salvó de ser enjuiciado con el voto, nuevamente, de Gladys Bareiro de Módica, quien es ni más ni menos que superintendenta de Justicia en Alto Paraná.
Todo indica que alguien filtró un informe de Seprelad y que, ante la contundencia, no les quedó otra que rever la decisión inicial y enjuiciar al juez Marino Méndez. La Corte decidirá si cobrará salario mientras prosiga el juicio.