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La Dirección de Aeronáutica Civil (Dinac), a cargo de Luis Aguirre, se sigue burlando de toda la población del distrito de San Lázaro, donde está ubicada Vallemí.
La institución invirtió un total de G. 2.390 millones en la compra de luces portátiles para el aeropuerto, pero en el lugar se sigue recurriendo a medidas extremas de auxilio para indicar a los pilotos dónde deben aterrizar su avión.
Esta vez, el afectado fue el propio presidente de la república Horacio Cartes, quien el miércoles se trasladó hasta esta ciudad del primer departamento para inaugurar mejoras en la Industria Nacional del Cemento.
Una solitaria camioneta con las luces prendidas estacionada en la cabecera de la pista sirvió de guía al piloto de la aeronave presidencial para aterrizar en el lugar.
Esta vez, Aguirre ni siquiera llevó las luces portátiles para “mostrar cómo quedará” como lo había hecho con el aeropuerto de Fuerte Olimpo en marzo pasado durante una visita presidencial. En aquella ocasión llevaron equipos del aeropuerto de Coronel Oviedo, pese a que ya en diciembre la Dinac había adquirido luces para dicho aeródromo.
Esta situación refuerza más aún la sospecha de que las luces portátiles adquiridas para Vallemí fueron vendidas a algún estanciero o narcotraficante.
La Dinac asegura que tiene guardadas las luces, pero cuando nuestro diario fue a verificar solamente mostraron un juego que es el que tras mucha insistencia entregaron al aeropuerto de Fuerte Olimpo, mientras Vallemí sigue esperando.
El miércoles, una vez más el presidente de la Dinac se comunicó con el intendente de dicha comunidad, Carlos Villalba (ANR), y le aseguró que ya tienen las luces y que solo falta la firma de un convenio, que pasaría por un simple acto de firma en un papel entre ambas autoridades.
Esta excusa Aguirre viene dando desde mediado de marzo. Cuando consultamos al jefe comunal, el mismo había dicho que cuando el presidente de la Dinac disponga y en el lugar que quiera, se trasladaría para firmar los papeles, pues le urge entregar a dicha institución el control del aeropuerto.
Las luces debieron entregarse ya en diciembre del 2017, hace cinco meses.