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Pero ya otros seguimientos impulsados anteriormente por agentes de Antisecuestro permitieron recoger numerosos elementos que condujeron a sustentar hipótesis sobre las conexiones de los principales líderes campesinos de los departamentos de Concepción y San Pedro con extranjeros, especialmente venezolanos.
Estos contactos facilitaron que jóvenes del Norte accedieran a becas para asistir a cursos en el Instituto Universitario Agroecológico Latinoamericano (IALA) de Barinas, Venezuela, que según los servicios de inteligencia, no eran otra cosa que supuestos programas de entrenamientos militares.
Los planes de la cúpula del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) admitieron la necesidad de crear nuevas células en Canindeyú, y esta misión fue encomendada a Gabriel Zárate Cardozo a inicios de 2010. De este modo, el citado jefe del EPP se instaló en la colonia Sidepar, distrito de Yasy Cañy, departamento de Canindeyú, con el objetivo inmediato de organizar un grupo armado en esa región.
Su llegada a Sidepar coincidió, según los investigadores, con la presencia de instructores venezolanos en asuntos militares, para entrenar a los líderes campesinos. Estas prácticas se dieron en forma sucesiva en contados asentamientos, aunque supuestamente la muerte de Zárate Cardozo en un tiroteo con efectivos de la Policía registrado el 3 de setiembre de ese mismo año obligó a los dirigentes a reorganizar los adiestramientos con los extranjeros.