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Es un dirigente social y operador político estrechamente ligado al intendente Alejandro “Tati” Urbieta.
En la ciudad no es secreto quién presentó la denuncia y se conoce el nombre de su hijo.
El chico tiene vida social, estudia en el colegio y tiene actividades similares a las que cumple cualquier adolescente de su edad.
La denuncia falsa tiene un impacto terrible en su vida. Tiene solo 14 años y su propio padre lo convirtió en objeto de una disputa política y mediática ¿Por plata quizás?
El resultado de diversas pericias del Ministerio Público demuestra la inocencia de Édgar Chilavert.
Un poco antes o un poco después saldrá en libertad porque no hay forma de sostener la acusación de abuso sexual.
Pero el joven está marcado de por vida. Su propio padre lo expuso públicamente, en su propia comunidad, para sostener una denuncia aberrante como es el abuso sexual.
Todos los indicios conducen al intendente Alejandro “Tati” Urbieta como el gran beneficiado con la prisión preventiva de Édgar Chilavert, quien desnudó negocios que serían turbios en la venta del puerto de Concepción.
Pero ¿y el adolescente?