Los magistrados que integraron la Sala Penal anularon la Sentencia Definitiva N° 56 del 26 de noviembre de 2013, por la cual se confirmaba la pena de cuatro años y seis meses de cárcel a Ortiz, sentenciado en un juicio oral y público el 14 de octubre de 2008 por enriquecimiento ilícito.
Blanco, Fernández y López de Gómez rechazaron la extinción de la acción planteada por la defensa del condenado y ordenaron el reenvío de la causa a un nuevo Tribunal de Apelaciones, que deberá analizar el fallo dictado en juicio oral.
Sin embargo, de esta forma se allanaría el camino para que el caso quede en el “oparei”, ya que se daría la extinción de la causa.
Los miembros de la Sala Penal señalaron la falta de fundamentación de la sentencia de segunda instancia.
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“Notamos que la sentencia del Tribunal de Apelaciones consta de seis horas escritas en ambas carillas. Es decir de 12 páginas. En las primeras cinco páginas se constata la redacción de estilo que hace a la justificación de la competencia y admisibilidad del recurso, la transcripción de la parte resolutiva de la sentencia apelada (del juicio oral) y un resumen de los agravios de la defensa y del Ministerio Público, todo lo cual no constituye aún fundamental. La sexta página consta de seis párrafos, los cuales constituyen afirmaciones dogmáticas y la trascripción de extractos de un fallo de la Corte...”, dice parte del fallo de la Sala Penal.
Antecedentes
La investigación a Ortiz fue realizada por el entonces fiscal y actual senador Arnaldo Giuzzio, por la tenencia de un avión Hawker, adquirido por más de US$ 350.000, por el expiloto, que tenía un sueldo de alrededor de G. 3 millones.
Sin embargo, los jueces Víctor Alfieri, Lourdes Cardozo y Wilfrido Peralta concluyeron en forma unánime que no se podía cuestionar a Ortiz la compra del avión, debido a que la operación se realizó cuando el mismo estaba fuera de la función pública.
Ortiz alegó que hizo un préstamo. Empero no pudo explicar con claridad la operación ni tampoco la compra de repuesto por 40.000 dólares, pago de impuestos por G. 260 millones y un giro de más de US$. 2.000.
Desde un principio se mencionó que la máquina habría sido propiedad del expresidente Duarte Frutos y que Ortiz solo habría sido su prestanombre. Por otro lado, se afirmó que el avión sería del exministro de Nicanor, José A. Alderete, quien es pariente político de Ortiz.
Ninguno de los dos extremos pudo ser corroborado por el entonces fiscal Giuzzio durante la pesquisa. Es por ello que quien fue al banquillo de los acusados fue Ortiz, quien la semana pasada fue favorecido por la Sala Penal de la Corte mediante el Acuerdo y Sentencia 815 del 21 de octubre.
Compra de la máquina
Según los datos, el avión Hawker habría sido un regalo al expresidente de la República de tabacaleros o “empresarios de frontera”, luego de las elecciones generales del 2003. El aparato incluso llevaba las siglas TDF, que significaría “Tendota Duarte Frutos”, aunque luego fueron borradas tras publicaciones periodísticas. El pago por el avión a la empresa ABC Jet Trading, de Miami (Estados Unidos), se hizo a través del Banco Amambay, en dos tandas. El primer abono fue el 20 de mayo de 2003 por 35.000 dólares. El segundo, el 23 de mayo del mismo año, por 280.000 dólares. Todo se hizo en efectivo y a través del Standard Chartedred Bank de Nueva York, para lo cual Erico Ortiz viajó a Estados Unidos.