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Esta respuesta creó confusión entre los diputados, ya que no se entendía cómo se podía autorizar la matanza de una cantidad fija de 240.000 unidades de teju guasu sin conocer la población existente.
Tampoco agradó la idea de que solo matando se podrá estimar la población.
Morales reconoció que se utilizaron estudios de hace 11 años, y que para ella aún siguen vigentes.
Sin embargo, no tuvo en cuenta que en Argentina se prohibió la masacre del teju guasu por afectar a la población.
Licencia ambiental
La titular de la Seam dijo que la cacería del teju guasu no requiere de la licencia ambiental en la resolución pertinente, comparando con la cacería de paloma, en la que se establece que el sitio donde se hará la caza sí requiere de licencia ambiental.
Eludió mencionar que la resolución de la cacería del teju textualmente señalaba que no hacía falta dicho estudio de impacto ambiental ni mencionó que los sitios de cacería tenían que tener licencia ambiental.
Pidió presupuesto
En un momento dado de la interpelación, la ministra aprovechó para pedir un aumento presupuestario y que su deseo es elevar la Seam a un Ministerio del Ambiente. Ambos pedidos no tuvieron eco favorable.