En la compañía Cerro Vera, ubicada en la zona de Pirayú, Franco cuenta con un establecimiento de 15 hectáreas dedicado a la cría de aves de diversos tipos, entre ellos: patos, faisanes, gallinas, avestruces, pavos, entre otros. Todos agrupados por plantel en diferentes corrales y bajo un control sanitario específico.
“El pato Carolina y el Mandarín son muy coloridos. Estas aves son netamente ornamentales porque son muy pequeñas. Con respecto al manejo es muy similar a las gallinas. En principio, le damos el balanceado iniciador y, después, el de crecimiento. Más adelante se introduce el alimento para postura”, destaca el criador. Comenta que estos animales ponen ocho a 10 huevos y se dedican a la incubación. En el establecimiento, además de su corral, cuentan con cajas o habitáculos en las que llevan adelante la postura. “Ellos buscan un lugar oscuro para poner sus huevos”. Igualmente, no debe faltarles una pileta con agua para refrescarse y beber. “Las palmípedas requieren de un lugar para recrearse y nadar”, afirma.
Otra especie es el pato esmeralda, llamado así por el plumaje verde tornasolado. Los patos Marruecos también poseen un plantel importante para reposición, debido a la salida constante en el mercado. Esta variedad es muy apreciada, al igual que el pato Marruecos con “Pompón”, caracterizado por una protuberancia con plumas en la cabeza.
FAISANES
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En el galpón de faisanes existen variedades ornamentales y para consumo. El faisán de collar es el más común y fácil de criar. Es un animal muy prolífico, ya que pone 80 a 100 huevos en temporada reproductiva. En esta especie, los machos son los que poseen el colorido, debido a que deben cortejar a las hembras, mientras que ellas poseen un color más opaco y sirve de camuflaje en periodo de postura. Su periodo de incubación es de 22 días.
El faisán dorado rojo también se caracteriza por el gran colorido, parecido a un faraón. El atractivo multicolor tiene el fin de llamar la atención de la hembra para el apareamiento. Por su parte, el faisán venerado también es muy vistoso. Por gran tamaño, en otros países lo usan para consumo, pero su fin principal es el ornamental.
Cabe destacar que estas aves pueden vivir doce a quince años, dependiendo del cuidado y la alimentación. Y la cantidad de huevos que ponen dependen de la variedad. Algunos producen 20 a 30 huevos, mientras que otros llegan a los 100 como el faisán de collar.
AVESTRUCES AFRICANOS
“La carne de avestruz es muy apreciada a nivel mundial y su precio es muy interesante”, refiere Franco. Por otra parte, la ventaja de esta ave es el máximo aprovechamiento que presenta desde las pezuñas, el cuero, la carne, las plumas y los huesos.
Para su cría se requiere de un trío compuesto por un macho y dos hembras, además de un lugar espacioso para la producción. La temporada de postura va de julio a marzo y su longevidad permite su aprovechamiento por 40 a 50 años. Una vez que se recogen los huevos del avestruz permanecen en incubadoras, por término de 42 días.
La cría se desarrolla por medios artificiales, debido a que estas aves son muy delicadas en los primeros tres meses. Con respecto al clima donde se desarrollan requieren de zonas más secas, como el Chaco, ya que el exceso de humedad les genera estrés.
ALIMENTACIÓN Y SANITACIÓN
En el mercado hay disposición de balanceados comerciales específicos para avestruces. “En nuestro establecimiento se alimentan del verde de nuestro pasto y un complemento balanceado”, detalla el avicultor. A pesar de ser animales muy resistentes, reciben una desparasitación controlada. Hay productos que pueden mezclarse con el agua del bebedero e inyectables.
GALLINAS Y PAVOS
Pavos reales, guineas, gansos y 40 variedades de gallinas ornamentales también son criadas en el establecimiento. La cría de este tipo de aves, sin duda, representa un rubro adicional en el país, ya que genera renta y existen las condiciones ambientales para llevarlo adelante.