“Tuvimos problemas para trasladar los granos debido a la bajante de los ríos Paraguay y Paraná, principalmente”, indicó Hugo Pastore, vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Explicó que de alguna forma se buscaron alternativas, se dividían las cargas y se llevaban los productos en barcazas de menor porte.
“La opción que tuvimos fue cargar menos. El río Paraná estuvo bajo casi todo el año y el río Paraguay fue bajando en estos últimos meses”, apuntó.
A pesar de que la falta de lluvias en septiembre retrasó la siembra tempranera y, por ende, la cosecha también estará atrasada, los cultivos se desarrollan dentro de lo justo. “Se esperan más lluvias para diciembre y esto hará que mejoren los rendimientos y la calidad”, finalizó Pastore.
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Argentina sigue siendo el mayor destino de la soja paraguaya, lo cual representa un 69,6% de participación sobre el total de exportaciones de este producto.