Bajo el enfoque del comercio justo, los productores asociados a cooperativas u organizaciones que funcionan democráticamente –certificadas en comercio justo o con posibilidades de certificarse– pueden fortalecer sus posibilidades de contactarse con mercados locales y del exterior, ofreciendo productos que cumplen con las normativas de esta herramienta comercial. Un ejemplo exitoso de aplicación es la cooperativa Manduvirá Ltda., ubicada en Arroyos y Esteros, departamento de Cordillera, que produce y exporta azúcar orgánica del Paraguay con sello de “Comercio Justo Fairtrade”, a países de Europa y otros. Pero hay productos que pueden certificarse, como ser: azúcar orgánica, banana, café, cacao, algodón, flores, frutas, miel, arroz, jugos, hierbas y especias, tés, ka’a he’ê, sésamo, frutas frescas y secas, y semillas de algodón. Existen, además, varios principios que fueron establecidos por la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO por sus siglas en inglés). Nos centraremos solo en dos de ellos: precio justo y prima y cuidado del ambiente
PRECIO JUSTO Y PRIMA
Con el precio justo se busca que los productores puedan cubrir sus costos de producción. Sin este mecanismo, los agricultores estarían completamente a merced del mercado y de coyunturas particulares (daños por lluvias o sequías). Además del precio, hay una suma de dinero adicional, llamada prima, que va a un fondo común, para ser utilizado en el mejoramiento de las condiciones de vida de los productores y de aquellas ambientales de la comunidad, donde se asientan. Por lo general, la prima se invierte en proyectos educativos y sanitarios, y en mejoras agrícolas, como adquisición de máquinas, equipos e instalaciones para aumentar el rendimiento y la calidad de los productos. Pero además, el precio que se paga a los productores les permite vivir dignamente, evitando la influencia por presiones políticas o subsidios estatales, que al final limitarían las posibilidades de ingresos justos y de mejores condiciones de vida, dejando de depender de intermediarios y otros. Es por eso que el comercio justo se constituye en una herramienta que ayuda a la erradicación de la pobreza en los países en desarrollo.
CUIDADO DEL AMBIENTE
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Con este sistema de comercio se enfatiza la aplicación de prácticas agrícolas respetuosas del ambiente, como ser: laboreo de conservación y con cobertura vegetal del suelo, uso reducido y seguro de agrodefensivos autorizados y no tóxicos para las abejas, manejo apropiado y seguro de residuos, mantenimiento de la fertilidad natural del suelo y de los recursos hidrológicos; uso de semillas certificadas en cuanto a su origen, sanidad y poder germinativo. Además de la promoción de los sistemas silvopastoriles de producción, como árboles y frutales, árboles y cultivos, árboles y animales, entre otros.
CONCLUSIÓN
La herramienta de comercio justo ofrece una muy buena oportunidad a aquellas organizaciones de pequeños productores y cooperativas de producción que quieran ceñirse a sus principios, producir de manera sostenible cuidando el medio y tener la oportunidad de acceder a mercados internacionales. Su fortaleza radica en que se basa en el dialogo y la transparencia entre los actores involucrados, en el respeto a los derechos de los pequeños productores, sin discriminación de género ni raza, ofreciendo las mejores condiciones ambientales, comerciales y de seguridad a los trabajadores. “El trabajo utilizado en el modelo de comercio justo puede servir como ejemplo para encontrar soluciones en áreas como el desarrollo agrícola y el acceso a mercados", afirmó Miguel Ángel Arvelo, representante del IICA, en Costa Rica.
(*) Especialista en Comunicación Rural
