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En «Los colores del laberinto. Acerca de ciertos legados de Ricardo Migliorisi», el investigador y crítico de arte Ticio Escobar aborda la rica producción pictórica de Ricardo Migliorisi, toda esa iconografía mordaz e irreverente que constituye un caso peculiar dentro del desarrollo del arte paraguayo y que, coherente en sus desvaríos, traza pistas luminosas en medio del horizonte sombrío de nuestro presente.
En «El goce de estar vivo. Acerca de las dos últimas exposiciones de Ricardo Migliorisi», la fotógrafa y antropóloga Gabriela Zuccolillo regresa a las más recientes muestras –una del 2018, la otra del 2019– de Ricardo Migliorisi para repensarlas, ahora que su ausencia inesperada nos obliga a llamarlas ya su «legado», y verlas de otra forma, tal vez como una síntesis brutal de su obra entera.
En «El verdadero rostro de la felicidad», el dramaturgo y director teatral Agustín Núñez recuerda los días arduos y mágicos de la amistad estudiantil, los emocionantes años del grupo Tiempoovillo, las facetas de actor, escenógrafo, vestuarista de ese polifacético creador que fue –y seguirá siendo siempre en sus obras– Ricardo Migliorisi.