Yacyretá es una copia fiel, manteniendo las diferencias propias de cada proyecto y sobre todo la fidelidad del cumplimiento de los tratados.
En el último caso, hemos firmado varios acuerdos, desde el presidente argentino Alfonsin, pasando por Menem, Macri y últimamente. En ninguno de ellos el Paraguay fue honrado con el precio justo y la libre disponibilidad de su energía.
En Itaipú la cuestión es un poco más fácil, pues, por lo menos, manejamos cifras oficiales que, aunque discutidas en su amplia interpretación, fueron consolidadas.
En Yacyretá nadie puede decirnos con certeza, ni siquiera el costo final del proyecto y mucho menos la tarifa que deriva de ese costo.
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Pero, como dije por lo menos una centena de veces, la culpa es genuinamente nuestra. Nuestros negociadores, ávidos de migajas para sobrevivir políticamente, han claudicado en dos conceptos básicos: la soberanía y el precio justo.
En cincuenta y dos años en Itaipú ni siquiera han concluido las obras “auxiliares” contempladas en el Anexo B del Tratado, por ejemplo, la esclusa de navegación y la estructura electromecánica de la margen derecha.
Como consecuencia y como ejemplo tenemos que, de los US$ 147.000.000 que la IB debe a la ANDE, derivado del Acuerdo Santi - Lula (año 2024), devolvió aproximadamente US$ 80.000.000, quedando un saldo deudor de US$ 70.000.000.
Recordemos que, inmediatamente luego de notar el terrible error del acuerdo, a escondidas, la IB se había comprometido a devolver a la ANDE la diferencia de las tarifas del 2024–2023; US$ 19,28/Kwmes – US$ 16,71/Kwmes = US$ 2,57/Kwmes.
Si hacemos un cálculo simple, multiplicar la tarifa de potencia por un costo bajo, pero sin el acuerdo mencionado; es decir, US$ 2,57/Kwmes x 2.369 Mw de potencia contratada en 2024, tendremos una diferencia de US$ 73.059.960. Se devolvieron aproximadamente 80.000.000 dólares. Sin embargo, el costo de producción real, sin el componente de la deuda, es de US$ 10/KWmes (año 2024). La diferencia tarifaria, entonces, sería US$19,28/Kwmes – US$ 10/Kwmes = US$ 9,28/Kwmes.
Esa diferencia o pérdida de la ANDE por el sobrecosto tarifario del Acuerdo Operativo (AO), Santi/Lula, tenemos aproximadamente US$ 147.000.000 con los ajustes realizados. Entonces faltaría devolver aproximadamente US$ 70.000.000, para el 2024.
Con esos recursos la ANDE puede construir la Subestación de Emboscada sin endeudarse con el BID, con Fonplata, con el Banco Mundial ni con otros prestamistas del “desarrollo”.
Si los manejos de nuestros administradores fuesen “justos”; si la gestión no tuviera la opacidad de los “gastos discrecionales” y, finalmente, hubiese una pizca de patriotismo, la cuestión hubiera sido otra. Lastimosamente estamos llenos de mentirosos, embusteros, corruptos y pusilánimes.
Siempre sostuvimos que la Unión de Ingenieros de la ANDE (UIA) solo existe para correr detrás de las gerencias, el Sitrande para defender sus beneficios personales y el estatismo. La alta gerencia diseña planes directores pomposos, pero tolera pérdidas derivadas del robo de energía, el sobrecalentamiento del sistema y los contratos aberrantes.
El senador Amarilla y su gavilla pueden estar tranquilos. Sabemos que también existen otras “tortas” de los colores oficiales, todos al final, amparados por el mismo patrón, amo y señor del movimiento sectario de la ANR.
Este año, 2025, la IB debe devolver a la ANDE por el mismo concepto, aproximadamente US$ 200.000.000. Con la sola gestión de ese sobrecosto, el ente estatal contaría con recursos suficientes para infraestructura. Se espera que el próximo año el sobrecosto tarifario esté por encima de US$ 200.000.000.
Finalmente se deben tomar dos medidas de emergencia, primero: la IB debe devolver a la ANDE hasta el último centavo del sobrecosto, que está disfrazado en el presupuesto como “gastos sociales”; segundo: el NO rotundo a la intención de la ANDE en aumentar la tarifa a sus consumidores. Si hacemos bien las cosas no necesitamos recurrir a los tarifazos, a más acuerdos perdidosos y mendicantes, ni a préstamos leoninos.
Otra forma de explicar sería: si se respeta el Anexo C desde el 2027, la ANDE estaría ahorrando aproximadamente US$ 250.000.000 en compra de tarifa a precio real. Se contrata potencia garantizada, eso nos lleva a una energía garantizada barata, segura, previsible y, al mismo tiempo, se ejerce la soberanía plena. En otras palabras, se compra energía a bajo costo, pero se VENDE energía excedente a precio de mercado. Ni el Brasil perdería; ambos ganaríamos dignidad y respeto mutuo. Sin embargo, debemos recordar que el aumento vegetativo de la demanda (acondicionadores de aire) muy pronto convertirá estos escritos en simples anécdotas.
Algunos dicen que la macro economía está galopando, muchos notan que la micro va a paso de tortuga. Pocos hablan de un “país de maravillas”, muchos jóvenes sobreviven revisando basureros. Una elite habla de democracia, pero sabemos que estamos en una autocracia narco. Una ruptura social se avizora en el horizonte, pero el hartazgo ya está presente. No somos pesimistas, somos optimistas empedernidos ¡por eso escribimos! No obstante, el realismo político y la injusticia social nos llevan a predecir tiempos inestables y violentos ... Ojalá nos equivoquemos.
Tampoco tarifazos...
Si hacemos bien las cosas no necesitamos recurrir a los tarifazos, a más acuerdos perdidosos y mendicantes, ni a préstamos leoninos.
(*) Ing. Agr. Lic en Teología y técnico superior en Electricidad. Ex superintendente de Energía Renovables de IB.
