Por el lado de las ventas, el movimiento de la herramienta de cobertura todavía no tuvo buena salida este año. Entre enero y febrero, los bancos liquidaron forward por venta de divisas por valor de US$ 39.138.000, que representa apenas el 4% de las liquidaciones de ventas de divisas que realizaron los bancos con sus clientes no financieros en el mismo lapso por valor de US$ 834.645.109.
En lo que va del 2013, los bancos liquidaron operaciones de forward por compra de divisas a futuro por valor US$ 111.352.639, que representa apenas el 15% de todas las operaciones de compra que liquidaron los bancos con sus clientes durante el mismo periodo por US$ 734.105.392.
El uso de la cobertura cambiaria forward se incrementó con fuerza en los dos primeros meses del año, reportándose operaciones de compra por US$ 81 millones. Esta cifra es superior en 283% a todas las operaciones de forward compra hechas en todo el 2012. De cualquier manera, coincidamos en que sigue siendo absolutamente insuficiente.
En el último año, los bancos reportaron coberturas cambiarias o contratos forward por compra de divisas por apenas US$ 29 millones, siendo el sector de producción de carne el que mayor uso le dio a este instrumento para protegerse de los vaivenes del tipo de cambio. Esta cantidad representaba apenas el 0,59% de todas las operaciones de compra que liquidaron los bancos en ese año por US$ 4.867 millones.
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Si la cotización del dólar sigue cayendo, ¿cómo afectaría esto a la economía paraguaya? Hasta cuándo podrá mantenerse un dólar muy débil. En el caso paraguayo, el dólar débil no produce grandes desequilibrios en nuestra economía. El Paraguay exporta materia prima y, por ende, los precios y la demanda de nuestros productos son fijados en el exterior, a diferencia de otros países que exportan bienes manufacturados y cuyos precios dependen del valor relativo de su moneda en el exterior.
Inclusive un dólar bajo podría beneficiar a los exportadores (agroexportadores), porque los insumos importados son más baratos. Prueba de ello es que, a pesar de las bajas cotizaciones del G/US$, en el presente año se podría llegar a un volumen récord de exportaciones. Aunque también las importaciones están aumentando pero, en gran medida, son bienes de capital y eso beneficia al crecimiento económico, lo cual puede comprobarse por el aumento de los créditos para inversiones productivas, intensivas en capital (importación). Lastimosamente, estas inversiones no son intensivas en trabajo, pero esto puede lograrse con una reactivación de la economía, impulsada por mayores inversiones en infraestructura.
Lo anteriormente expuesto se debe a que la elasticidad precio de la demanda de productos importados, que sería muy cercana a cero en el Paraguay, debido a que nuestra economía no produce bienes sustitutos que ofrezcan una opción de cambio para el consumidor. Por otro lado, debido a la alta propensión marginal a importar de nuestra economía, la elasticidad ingreso de la demanda de importaciones estaría muy próxima a 1.
Con respecto a las exportaciones, la elasticidad precio de la demanda externa de nuestros productos sería muy cercana a cero, debido a que los precios externos de nuestros productos son fijados en los mercados internacionales. Por otro lado, debido a la naturaleza perecedera y primaria de nuestros productos exportables, la oferta de los mismos sería bastante inelástica.
Por tanto, se podría afirmar que la condición Marshall – Lerner no se cumple en nuestra relación de comercio exterior, motivo por el cual las variaciones cambiarias no afectarían en forma directa a las exportaciones de nuestro país. El teorema o condición de Marshall-Lerner establece que, asumiendo se produzca una devaluación de una divisa, para que esta tenga un impacto positivo en la balanza comercial, la suma de las elasticidades de precios de las importaciones y las exportaciones ha de ser, en valor absoluto, superior a 1.
Es decir, una apreciación de nuestra moneda local, no generaría una disminución de nuestras exportaciones, ya que estas dependerían más bien de otros factores como el clima, la capacidad productiva, los precios internacionales, entre otros.
En cambio, la apreciación de nuestra moneda podría afectar más directamente sobre nuestras importaciones, debido a que los ingresos reales de nuestra economía aumentan impulsando la demanda interna para importaciones. Debido a que la importación es una función de los ingresos reales, cuanto mayor es la Propensión Marginal a Importar y mayor es la elasticidad de ingreso de la demanda de importaciones, mayor será el aumento de la cantidad importada, en respuesta a un aumento de los ingresos reales.
Favorece equilibrio interno
En definitiva, el dólar débil podría mejorar los niveles del ingreso real de nuestra economía, elevando el poder adquisitivo de nuestra moneda. Esto favorece al equilibrio interno de nuestra economía. Sin embargo, podría generar desequilibrios externos a través de un mayor déficit comercial, en perjuicio de la competitividad internacional; aunque esto se compensa con mayores precios de los commodities. Mientras se siga dando esta coyuntura favorable sobre nuestras exportaciones, sería mucho más ventajoso seguir con la depreciación del dólar, por lo menos hasta niveles que sean consistentes con el tipo de cambio de equilibrio de largo plazo.
Puede notarse en uno de los gráficos que en la medida que el tipo de cambio de mercado se acerca al tipo de cambio de equilibrio, el tipo de cambio real también se aproxima a su nivel de equilibrio. Aunque actualmente el guaraní se encuentra levemente apreciado en términos reales, existe margen para que el tipo de cambio nominal siga bajando a niveles cercanos de G. 3.500 por dólar, inclusive.
En resumen, la situación del dólar en el Paraguay está influenciada en mayor medida por la oferta y la demanda de la divisa norteamericana, a causa de los flujos realizados en la balanza de pagos (comercio exterior) y los precios internacionales. Por tanto, las variables domésticas como los agregados monetarios y las tasas de interés, poseen poco efecto sobre el valor de dólar, con lo cual la política monetaria del BCP se ve muy limitada, ya que las compras masivas de dólares solo afectarían el volumen de guaraníes en el mercado de dinero, obligando a tener que esterilizar estas emisiones con mayores tasas de interés, generando en consecuencia una distorsión y un desequilibrio interno.
Por todo lo expuesto, el Banco Central, que la semana pasada intervino comprando por más de US$ 16 millones, debería dejar fluctuar la cotización de acuerdo a las condiciones propias del mercado, sin alterar su tendencia en forma artificial, con el objetivo de aprovechar la coyuntura nacional e internacional. Si ello implica que la cotización del dólar caiga por debajo de los 3.800 G/US$, lo cual ya casi ocurrió en el 2008, pues quiere decir que el tipo de cambio está buscando su nivel de equilibrio fundamental.
Venta
Entre enero y febrero, los bancos liquidaron forward por venta de divisas por US$ 39.138.000, apenas un 4% de liquidaciones.
BCP
El BCP debería dejar fluctuar la cotización de acuerdo con las condiciones propias del mercado, sin alterar su tendencia.
Compra
La autoridad monetaria intervino la semana pasada en el sistema cambiario comprando alrededor de US$ 16 millones.
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