Un país previsible

No es cosa nueva. Son muchos los países que cayeron en la cuenta de que el único camino para el desarrollo es ponerse de acuerdo. Lo hicieron México, El Salvador, Colombia y Perú.

“Queremos que nuestros hijos y nietos vivan en un país habitable, previsible, con justicia, y para ello necesitamos ponernos de acuerdo todos los paraguayos”, asegura el Dr. Enrique Bendaña, presidente del Centro de Regulación, Normas y Estudios de la Comunicación (Cerneco) –y uno de los impulsores de esta iniciativa–.

Como instituciones convocantes de este acuerdo aparecen en primer término todas las universidades, públicas y privadas. “Queremos que el liderazgo de este proyecto esté a cargo de las universidades, pretendemos que ellas salgan de su enclaustramiento y entren a trabajar fuertemente en la sociedad por el bien común. Partimos de la base de que las agremiaciones, asociaciones de la sociedad civil tienen que hacer política, pero no política partidaria, sino aquella en el sentido de Santo Tomás de Aquino, quien decía que la verdadera política es la ciencia y la práctica del bien común”, afirma.

Intervienen para delinear este acuerdo representantes de la asociación de universidades privadas y públicas, el Consejo de Universidades, la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC), la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), Cerneco, el Club de Ejecutivos, la red de líderes Desarrollo en Democracia (Dende) y otras. “Tratamos que fueran instituciones transversales, sin intereses sectarios. Eso no quiere decir que la Unión Industrial Paraguaya (UIP) o los sindicatos no puedan participar. Esperamos que ellos participen en el momento en que nos pongamos de acuerdo. Ahora simplemente estamos delineando lo que se planteará”.

Bedaña dice que en Paraguay hay que acordar varias políticas básicas que sobrevivan a los gobiernos. “No podemos tener una política energética de cinco años para un gobierno y otra para el siguiente. Eso no es un país previsible. Las inversiones no vendrán así. Por eso, queremos que hayan políticas de Estado que duren hasta el 2037, cuando se cumplirán 500 años de la fundación de Asunción. Tienen que haber cuatro o cinco periodos gubernamentales que sigan la misma política y para ello es necesario que los partidos políticos firmen algún tipo de compromiso, que se comprometan ante la sociedad a hacer un pacto social entre la población civil, los partidos, los gobernantes, los que están y los que van a venir”, sostiene.

Bendaña garantiza que se debe actuar para tener una política educativa: “Si en este momento piden un solo guaraní más para el Ministerio de Educación, yo no voto a favor de ese pedido. No podemos gastar el dinero en aumentar el presupuesto de Educación, mientras ese ministerio continúe con 192 direcciones con buenos sueldos ¿Cómo un ministro puede reunirse con tantos directores? En administración hay un principio que se llama ‘alcance de control’, y un ser humano solo puede manejar una reunión con un gabinete de 12 o 15 personas ¿Por qué hay tantos? Porque todos los que vinieron quisieron poner a su gente y fueron creando direcciones, algunas inclusive superpuestas a las existentes. Entonces, responsablemente yo no puedo pedir a cuenta del pueblo paraguayo ningún guaraní más para ese ministerio. Por eso –reitero– hay una cantidad de cosas sobre las cuales hay que ponerse de acuerdo”, puntualiza.

También menciona que urge una política de Estado en materia de infraestructura, en la que hay mucho por hacer y todo es urgente. “Cualquier inversionista que llega al aeropuerto se da cuenta de que estamos en un país totalmente atrasado”, refiere.

Ahora se están trabajando en los ejes para llegar a un acuerdo. Infraestructura y educación son solo dos ejemplos de la necesidad imperiosa que tiene el país de tomar medidas concensuadas para avanzar hacia el desarrollo en Paraguay. Los impulsores recalcan no desaprovechar la oportunidad única de apoyar un crecimiento acelerado con inclusión social, en base a las potencialidades internas y a una coyuntura regional y mundial favorable.

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