Textos para educar nuestras emociones

Este artículo tiene 3 años de antigüedad
Textos de autoconocimiento.
Textos de autoconocimiento.ABC Color

La música y la poesía como textos de autoconocimiento.

En este tiempo en que necesitamos reforzar nuestra capacidad para autoconocernos, para identificar nuestras emociones con el fin de regularlas, las letras de canciones y los poemas pueden acudir a nuestro auxilio y ayudarnos en ese proceso de reconocimiento de una parte importante de nuestra identidad.

1. Prelectura

- ¿Qué haces cuando te sientes triste? ¿Sueles escuchar música o leer algún poema?

- ¿Conoces a algún compañero o amigo que escriba para expresar sus emociones?

2. Lectura n.º 1

- Lee con atención, dejándote llevar por la cadencia de las palabras, cada verso de este poema:

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La luna, de Jaime Sabines

La luna se puede tomar a cucharadas

o como una cápsula cada dos horas.

Es buena como hipnótico y sedante

y también alivia a los que se

han intoxicado de filosofía.

Un pedazo de luna en el bolsillo

es mejor amuleto que la pata de conejo:

sirve para encontrar a quien se ama,

para ser rico sin que lo sepa nadie

y para alejar a los médicos y las clínicas.

Se puede dar de postre a los niños

cuando no se han dormido,

y unas gotas de luna en los

ojos de los ancianos

ayudan a bien morir.

Pon una hoja tierna de la luna

debajo de tu almohada

y mirarás lo que quieras ver.

Lleva siempre un frasquito del

aire de la luna

para cuando te ahogues,

y dale la llave de la luna

a los presos y a los desencantados.

Para los condenados a muerte

y para los condenados a vida

no hay mejor estimulante que la luna

en dosis precisas y controladas.

3. Lectura n.º 2

Resistiré

Cuando pierda todas las partidas

Cuando duerma con la soledad

Cuando se me cierren las salidas

Y la noche no me deje en paz.

Cuando sienta miedo del silencio

Cuando cueste mantenerme en pie

Cuando se rebelen los recuerdos

Y me pongan contra la pared

Resistiré, erguido frente a todo

Me volveré de hierro para

endurecer la piel

Y aunque los vientos de la

vida soplen fuerte

Soy como el junco que se dobla,

Pero siempre sigue en pie.

Resistiré, para seguir viviendo

Soportaré los golpes y jamás me rendiré

Y aunque los sueños se me

rompan en pedazos

Resistiré, resistiré.

Cuando el mundo pierda toda magia

Cuando mi enemigo sea yo

Cuando me apuñale la nostalgia

Y no reconozca ni mi voz.

Cuando me amenace la locura

Cuando en mi moneda salga cruz

Cuando el diablo pase la factura

Si alguna vez me faltas tú.

Resistiré, erguido frente a todo

Me volveré de hierro para

endurecer la piel

Y aunque los vientos de la

vida soplen fuerte

Soy como el junco que se dobla,

Pero siempre sigue en pie.

Resistiré, para seguir viviendo

Soportaré los golpes y jamás me rendiré

Y aunque los sueños se me

rompan en pedazos

Resistiré, resistiré.

Dúo Dinámico. Ramón Arcusa y Manuel de la Calva

4. Ejercicios de poslectura

Del texto n.º 1: La luna

- ¿Qué verso te gustó más? ¿Por qué?

- ¿Para qué sirve la luna, según este poema?

- ¿Con qué se compara la luna en la última estrofa?

- Los versos en negrita adquieren un tono esperanzador, ¿por qué?

- ¿Qué sentido tienen los versos resaltados subrayados?

- ¿De qué color es tu luna? ¿Qué función cumple para ti?

Del texto n.º 2: Resistiré

- ¿Qué propósito tiene esta canción?

- Elige los versos que más te gustaron.

- ¿A qué figura literaria corresponde el verso “Me volveré de hierro para endurecer la piel” y qué significa?

- ¿En qué medida te identificas con la letra de la canción?

5. Producción escrita

Un poema en versos:

- Elige otros estados de ánimo en los que la luna puede ayudarte a sentirte mejor y escribe una estrofa de, por lo menos, cuatro versos.

Un texto en prosa:

- Escribe en prosa cómo haces para identificar tus emociones y sentirte mejor.

Escribe tus ideas previas en el esquema del «escarabajo». Esta técnica se llama así porque su figura nos recuerda a este insecto que escarba en la tierra, tal como nosotros escarbamos en nuestra mente para buscar ideas y palabras para redactar.

1. Anota la idea en el centro del esquema y alrededor las palabras que sugiere.

2. Agrupa las palabras en campos semánticos.

3. Redacta el texto a partir de las palabras y los campos semánticos seleccionados.

4. Escribe un título que resuma tus ideas. (Algo relacionado con las emociones).

5. Muéstrale a tu profesor la redacción y comparte (solo si quieres) con algunos compañeros.

Ejemplo:

- En las flechas de la cabeza coloca tus miedos o emociones más fuertes.

- En las flechas del cuerpo las respuestas que das a esas emociones. Qué cosas te ayudan, o qué propones.

- Luego junta esas ideas en la redacción.

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