¡A cuidar la salud escolar!

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Para poder concentrarse en el estudio y obtener buenos resultados, es indispensable que el cuerpo esté en buenas condiciones: bien nutrido y libre de enfermedades. Aunque es verdad que no existen fórmulas mágicas que nos permitan ser absolutamente inmunes, existen medidas preventivas que nos ayudan a evitarlas.

Las alergias

Estornudos, lagrimeos, picazones… son las principales manifestaciones de las alergias, que pueden ser causadas por ácaros, moho, plantas, animales y otros alérgenos. La mejor manera de luchar contra ellos consiste en alejarse de los agentes causales, pero si resulta imposible evitar el contacto con ellos, es necesario acudir al doctor para que este prescriba la medicina adecuada para controlar los síntomas. Algunas recomendaciones médicas son: lavar semanalmente las sábanas, evitar que los niños jueguen cerca de hojas muertas, mantener limpio el entorno.

Bien tratadas, las alergias no deberían ser un impedimento para el buen desarrollo de la vida escolar.

El asma

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Es la campeona de las enfermedades escolares y la principal causa de las ausencias. Es una enfermedad respiratoria que reacciona a los cambios ambientales y se manifiesta con tos, respiración dificultosa, falta de aire, opresión torácica (sensación de pesadez en el pecho) y silbidos del pecho.

El asma no se cura, pero se trata con medicación preventiva, cuyos resultados dependen de su buena aplicación; la dosis y la frecuencia indicadas por el médico hacen posible que el paciente lleve una vida normal, asistiendo a clase, participando en las actividades recreativas, etc. Cuando los niños asmáticos muestran mejorías, los padres no deben interpretar como el momento de abandonar el tratamiento, sino de continuar porque está dando resultados.

Los resfríos comunes

Igual que el asma, son uno de los principales causantes del ausentismo escolar. Como son causados por tantos virus (más de cien) que se encuentran en el aire y en las cosas comunes que nos rodean, exigen más cuidados para evitarlos. Es por eso que los niños pueden llegar a sufrir resfríos hasta ocho o más veces por año y, como son contagiosos, los enfermos deben guardar reposo en casa y faltar a la escuela.

Para evitar el contagio de los resfriados en las escuelas, los doctores recomiendan:

• No compartir el vasito y las toallitas con los compañeritos resfriados. Como el virus tarda en manifestarse, es imposible saber si alguien está a punto de tener resfriado, por lo que es mejor siempre usar estos elementos en forma personal.

• Cubrirse la nariz y la boca al toser o estornudar.

• Lavarse las manos con frecuencia.

• No prestar pañuelos.

El hecho de que sea una enfermedad común no significa que no deba ser tratada; ante los primeros síntomas (estornudos, dolor de garganta, tos), los afectados deben consultar con un pediatra.

Vómito y diarrea

El vómito y la diarrea son síntomas de una indisposición estomacal que requieren de una pronta atención médica para evitar que el niño o adolescente se deshidrate. La prevención también consiste en la limpieza, pues ambas enfermedades son causadas por un virus que se encuentra en la materia fecal y que se puede transmitir de persona a persona.

Tips que ayudan a preservar la salud

• El aseo: Bañarse bien, cepillarse los dientes, mantener las uñas libres de suciedad, usar ropas y calzados limpios, lavarse frecuentemente las manos.

• Beber suficiente cantidad de agua; toda la que el cuerpo pida.

• Descansar lo suficiente. Los niños y adolescentes necesitan dormir más que los adultos: un promedio de ocho horas diarias.

• Realizar actividades físicas, como caminar o practicar algún deporte.

• No olvidarse de las vacunas: son como escudos que nos protegen de los agentes que causan las enfermedades.

• Realizar chequeos o controles médicos.