No solo porque invita a disfrutar de la serenidad del lugar, sino por la hospitalidad tanto de los primeros pobladores eslavos y sus descendientes que llegaron al lugar hace 100 años, como de los religiosos que invitan a los que deseen a pasar unos días en la abadía.
Es decir pasar una jornada de esparcimiento y relax, solo o en familia en donde uno pueda estar en contacto con la naturaleza y la espiritualidad.
El padre Demetrio reiteró que el lugar está abierto a los visitantes que buscan un lugar tranquilo para meditar. También invitó a las personas que desean ser monjes de la Iglesia Ortodoxa a acercarse al sitio.
“También a los que deseen ser monjes de la Iglesia Ortodoxa, en este caso no importa edad, solo que sean solteros o viudos”, dijo finalmente.
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