La enfermedad tiroidea

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Fatiga, depresión, ansiedad, dificultades para dormir, cambios de peso, intolerancia al frío o al calor, pérdida de cabello, sequedad cutánea, dolor muscular... Estos son los principales síntomas de una tiroides que no está funcionando del todo bien. Esta glándula puede funcionar menos de lo necesario (hipotiroidismo) o más de la cuenta (hipertiroidismo). También puede agrandarse (bocio) o desarrollar nódulos.

La tiroides es una glándula que tiene la forma de una pequeña mariposa, ubicada justo en el cuello, encima de la tráquea. Esta glándula cumple una función muy importante en el cuerpo, ya que es la responsable de regular el metabolismo y cada una de sus actividades. Es la encargada de producir las hormonas que controlan la velocidad con que se queman las calorías y el ritmo de los latidos del corazón. Además, produce proteínas y regula la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas.

La glándula tiroidea puede verse afectada por diversos factores, los cuales pueden alterar su funcionamiento y causar varios problemas de salud. Los nódulos tiroideos son extremadamente frecuentes: el 50 % de los sexagenarios los tiene. En la mayoría de los casos, estos nódulos son benignos y no presentan síntoma alguno. En relación a sus causas, todavía no se las conoce con total exactitud. No obstante, se sabe que factores como la genética, la exposición a radiación y la deficiencia de yodo multiplican los riesgos de desarrollarlos.

Las principales alteraciones funcionales de la glándula tiroidea son el hipotiroidismo e hipertiroidismo. Ambos casos influyen de distintas maneras en el cuerpo y es muy importante controlarlos para que no afecten la calidad de vida.

Hipotiroidismo

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Es la enfermedad tiroidea más frecuente y afecta principalmente a las mujeres. Aparece cuando la glándula tiroidea no produce suficientes hormonas tiroideas. Como consecuencia, el metabolismo se ralentiza y la persona empieza a sufrir una gran cantidad de problemas de salud que afectan su calidad de vida.

La manera en que el hipotiroidismo influye en el cuerpo puede variar de caso a caso y según el grado en que se encuentre la enfermedad. Entre las alteraciones de salud que produce encontramos agotamiento o debilidad, aumento de peso, falta de apetito, cambio o desorden en los periodos menstruales, ausencia de deseo sexual, sensación de frío, estreñimiento, dolores musculares, hinchazón alrededor de los ojos, uñas quebradizas, caída del cabello, piel reseca, intolerancia al frío, mala memoria o problemas de concentración, entre otros. En casos más severos, puede producir el deterioro de las funciones del corazón, riñones, hígado, y otros órganos. Cualquiera que sea el caso, es muy importante consultar al médico y ponerse en tratamiento.

Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es todo lo contrario. En este caso, la glándula tiroidea produce hormonas en exceso y acelera exageradamente el ritmo del metabolismo. Aunque pueda parecer que acelerar el metabolismo está muy bien por la cantidad de peso que implica bajar, lo cierto es que este desorden puede causar problemas de salud muy serios.

Al igual que en el caso anterior, la forma en como influye en el cuerpo varía según la persona y cada síntoma puede aparecer dependiendo del grado de la enfermedad. Algunos de sus síntomas son: agotamiento, pérdida de peso, nerviosismo, latidos acelerados, aumento en la sudoración, sensación de calor, cambios en los periodos menstruales, evacuaciones intestinales más frecuentes, temblores.

En algunos casos se presentan otros problemas, por ejemplo, fiebre, frecuencia cardíaca acelerada y cambios en la manera en que funciona el cerebro, como confusión, convulsiones, intranquilidad y coma.

Tratamiento

Sea cual sea la enfermedad tiroidea que se padece, es muy importante consultar al médico para recibir un diagnóstico y un buen tratamiento. La enfermedad tiroidea puede interferir de manera gradual la calidad de vida, hasta llegar a un punto en que afecta la salud de la persona e impide que pueda hacer sus actividades con normalidad.

En el caso del hipotiroidismo es muy importante modificar por completo los hábitos y adoptar un estilo de vida saludable que permita controlar la enfermedad, especialmente por el aumento excesivo de peso. En este caso, la alimentación saludable y la dieta desempeñan un papel muy importante.

En el hipertiroidismo se requiere de una dieta especial, recetada por un nutricionista, ya que en este caso el consumo de yodo debe ser limitado, puesto que es una sustancia que la glándula tiroides utiliza para producir hormonas.

Los especialistas en esta enfermedad indican que no hay formas concretas para prevenir algún tipo de enfermedad tiroidea. Sin embargo, insisten en que una alimentación balanceada, ejercicio y hábitos saludables pueden ser un factor importante en la reducción del riesgo de tener un problema tiroideo en el futuro. Asímismo, una vez que se diagnostica una enfermedad tiroidea, es importante seguir un control médico periódico para evitar que esta provoque alteraciones graves en el organismo.

Fuente: mejorconsalud.com