Los aperitivos

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Son esas pequeñas tentaciones –no siempre inocentes– en las que caemos cuando tenemos un ataque de hambre. Por lo general, acompañadas de una cervecita o gaseosa, pueden disparar los niveles de sodio, azúcar y grasas, e irremediablemente nuestro organismo se resentirá. Conviene conocerlos para identificar qué comemos y decidir cuánto podemos comer de cada una.

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Papas fritas

Cada porción de 25 g aporta entre 120 y 150 kcal (unas 10 papitas). El problema es que al freírlas absorben aceite, que debe ser de girasol u oliva para que sea saludable. Las que solo indican “aceites vegetales” entre sus componentes suelen estar preparadas con aceite de coco o de palma; son vegetales, pero llenos de ácidos grasos insaturados.

Galletas saladas

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Son muy ricas en sodio, ya que 10 g de este aperitivo contienen 9,5 mg de sodio. Cuidado con el exceso de sal, porque hace retener líquidos y es perjudicial para el corazón. Además, son ricas en hidratos de carbono (70 g por cada 100 g), porque están elaboradas con trigo. El aporte energético de 100 g de galletas saladas es de un 15 %, de la cantidad diaria recomendada de calorías que necesita un adulto medio. Aportan 411 kcal por cada 100 g.

Pepinillos

Dentro de los encurtidos (aceitunas, cebollines, otros) son los que menos calorías tienen, así que son una buena alternativa a las aceitunas. Se preparan con vinagre y sal, y después del proceso de elaboración, conservan todos los minerales del pepino: rico en potasio bueno para los músculos. Pero no ocurre lo mismo con las vitaminas, que se destruyen.

Almendras

Este fruto seco es muy alto en nutrientes. Cada 100 g aporta fósforo (454 mg), magnesio (270 mg), potasio (835 mg), calcio (252 mg), una alta cantidad de vitamina E (26,15 mg) y B7 (64 ug), entre otras. Es altamente recomendable, sobre todo, para las embarazadas, deportistas y ancianos. Hay que comer un puñado de almendras al natural, sin sal y sin tostar, con o entre las comidas diarias.

Rollitos de maíz

Están hechos con maíz, que tiene vitamina A y E, pero elaborados con aceites y colorantes. Hay que fijarse en sus ingredientes: si llevan aceite de girasol, son más sanos que si han sido elaborados con aceites vegetales sin especificar. Y si son horneados, son mejores que los fritos. Cada porción de 25 g aporta entre 120 y 140 kcal, y 160 mg de sodio.

Chipitas

Entre sus componentes contiene almidón de mandioca, grasa, huevo, queso, leche y sal. Aportan 160 kcal por cada porción de 50 g (aprox. 10 unidades) y 74 mg de sodio.

Pororó

Gramo a gramo, tiene más proteínas y fósforo que las papitas, ¡y más hierro que los huevos y la espinaca! Es ideal para los que cuidan el peso: no tiene gluten, ni azúcar ni grasa y es bajo en calorías: solo 31 kcal por taza. Es mayormente aire, lo que lo hace altamente efectivo para contener la ansiedad. Es económico y versátil, se puede comer solo o con ensaladas.

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Bombón relleno

Cada bombón, tipo bon o bon, aporta 82 kcal con 34 % de carbohidratos, 57 % de grasa y 9 % de proteínas.

Chocolate blanco

Debe contener un mínimo del 20 % de manteca de cacao, 14 % de sólidos lácteos, 3,5 % de grasa de leche y 55 % como máximo de azúcar u otros edulcorantes.

Chocolate negro

Es más rico en antioxidantes, ya que el cacao es más puro y ha sido menos tratado. Cuanto más negro y amargo, mejor.

Oblea turrón

Son los tradicionales turrones que comen los chicos, ahora hechos con más cuidado, con 0 % de grasas trans, lo cual se indica en el envase. Aportan 98 kcal por porción de 25 y 40 g de azúcar, y están contraindicados para diabéticos y celiacos.

Frutas desecadas

Ciruelas y uvas pasas, duraznos, peras y damascos secos concentran las calorías (hasta seis veces más que los frescos). Pero también concentran las vitaminas y son muy buenas para mejorar el tránsito intestinal.

Copos de maíz chocolatados

Cada porción de 30 g (1 taza) aporta alrededor de 113 kcal, 26 g de carbohidratos, 1,5 mg de proteínas y 158 mg de sodio.

Maní

Sus propiedades más interesantes se encuentran en la fina cáscara rojiza que lo recubre. Esta zona es muy rica en resveratrol, antioxidante que se encuentra también en la piel y las pepitas de las uvas y es reconocido como un potente protector cardiovascular. El maní es un alimento hipercalórico, rico en grasa y proteínas, que aporta importantes cantidades de vitamina A, zinc, ácidos grasos esenciales y fitoestrógenos. Pero cada porción de 25 g aporta 145 kcal y está entre los alimentos más calóricos.

Copos de maíz 

Lo mejor es comerlos al natural, sin azúcar, ya que son ricos en magnesio, fibra, antioxidantes, y vitaminas B1, B3 y B9. Son fáciles de digerir, tienen propiedades diuréticas, ayudan a combatir el estreñimiento y reducen considerablemente el colesterol. Lo más positivo es que para los celíacos, que no pueden comer avena, el maíz no contiene gluten.

Fuente: mejorconsalud.com