El autogolpe al BNF

El 23 de mayo de 2013 un empleado de la casa de cambio “Yrendagué” denunció que fue asaltado dentro del baño de la casa matriz del Banco Nacional de Fomento (BNF) y despojado de más de G. 520 millones que acababa de efectivizar. La investigación descubrió días después que se trató de un autogolpe. El empleado “infiel” fue apresado y luego condenado, mientras que el ideólogo está prófugo.

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El caso salió a luz cuando Jorge Andrés Espínola Bernal (30), empleado de la casa de cambios “Yrendagué”, fue encontrado amordazado y maniatado dentro de uno de los sanitarios de la casa matriz, ubicada en pleno microcentro de la capital.

El titular del BNF, Carlos Alberto Pereira, explicó horas después en una rueda de prensa, que Espínola denunció el robo de 520 millones de guaraníes más 1.500 euros, 2.000 dólares y billetes de 100.000 guaraníes por valor de 5.000 dólares.

“La víctima relató después que efectivizó un cheque de 500 millones de guaraníes en una de las ventanillas y luego pasó al baño. Allí supuestamente se le acercó una persona para consultarle dónde podía cambiar moneda extranjera, pero en un aparente descuido le forzó con la presunta complicidad de otra persona y le hicieron entrar al sanitario”, informó Pereira.

Contradicciones y confesión 

Agentes de Investigación de Delitos, la comisaría 3ª metropolitana, Criminalística y otras unidades policiales fueron convocados a la casa matriz del BNF para iniciar una investigación sobre el supuesto golpe millonario.

Al analizar las imágenes del circuito cerrado, los investigadores captan salir del baño a un hombre trajeado, con peluca y bigote postizo. Se confeccionó un identikit del presunto asaltante, pero durante su declaración ante la Fiscalía, Espínola cayó en contradicciones. Dijo por ejemplo que fue asaltado por dos maleantes, pero la cámara de circuito cerrado captó la salida de una sola persona.

Estas contradicciones hicieron sospechar tanto a los directivos de la entidad bancaria como a la Policía Nacional y la Fiscalía que la investigación apuntaba a un posible autogolpe.

Al día siguiente y tras verse descubierto, Jorge Andrés Espínola Bernal confesó finalmente que el robo de más de G. 500 millones resultó ser un autogolpe.

Sindicó durante el interrogatorio como el ideólogo y “cabecilla” del ilícito a un vecino suyo del barrio Ricardo Brugada de la capital, identificado como Christian Contrera, quien luego huyó con todo el dinero.

Una vez reunida la evidencia necesaria, la fiscala Teresa Sosa y efectivos policiales de Investigación de Delitos allanaron la vivienda de Contrera, ubicada en Iturbe y Comuneros del citado barrio asunceño, pero encontraron ni a él ni el dinero.

“Dispuse la imputación contra ambos por robo agravado, en calidad de supuestos autores. Christian Contrera es el hombre de la peluca”, confirmó en esa ocasión la fiscala Teresa Sosa.

La agente del Ministerio Público impartió la orden de captura contra el sindicado el 27 de mayo de 2013.

Fuentes investigativas señalaron que Contrera huyó con el dinero a Argentina y que al sentirse traicionado por su vecino y cómplice, Espínola decidió contar todo.

Cuando gastó todo el dinero, Contrera decidió retornar a Asunción y en la mañana del 3 de enero de 2014, se dio por detenido al presentarse con su abogado ante el entonces juez penal de Garantías, Pedro Mayor Martínez.

También se puso a disposición de la investigación del millonario robo, pero días después se abstuvo de declarar ante el magistrado.

No obstante, Contrera salió en libertad por cumplimiento de pena mínima y fue declarado prófugo al no presentarse para un juicio oral iniciado por el millonario robo. 

Mientras que Espínola fue condenado a dos años de cárcel en procedimiento abreviado por la causa.

cazenave@abc.com.py

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