“Bilão” es uno de los tantos criminales internacionales refugiados impunemente en Paraguay gracias a su solvencia económica, que a su vez permea a todas las autoridades corruptas, especialmente en la Triple Frontera, donde ya cayeron otros connotados fugitivos, como el argentino Ibar Esteban Pérez Corradi.
Rovilho Alekis Barboza, alias “Bilão”, fue capturado el 30 de marzo pasado en un edificio de Ciudad del Este, junto con dos lugartenientes, José Félix da Silva (59) y Antonio Abraão da Silva (28), ambos también con un prontuario sucio en el Brasil.
Como anécdota, cabe mencionar que la Policía paraguaya había presentado como evidencia de aquel procedimiento un caudal de 60.000 dólares en efectivo, pese a que los propios brasileños detenidos aseguraron que había en total unos 250.000 dólares. Es decir, los policías paraguayos se habrían “chupado” 190.000 dólares.
Luego del megaasalto a la empresa Prosegur, ocurrido en Ciudad del Este en la madrugada del 24 de abril pasado, “Bilão” fue trasladado por vía aérea a la cárcel de Tacumbú de Asunción, ya que supuestamente la Policía interceptó un informe que daba cuenta de un plan de rescate a ser ejecutado por el Primer Comando da Capital (PCC).
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Sin embargo, los otros dos detenidos quedaron encerrados en la penitenciaría regional de Ciudad del Este.
La polémica resolución
Para sorpresa de muchos, hace menos de una semana el juez penal de garantías de Alto Paraná, Alberto Vera, emitió una resolución en la que ordenaba la liberación de “Bilão” y de los otros dos procesados.
El magistrado actuó en consecuencia a un fallo de un Tribunal de Apelaciones integrado por los camaristas Aniceto Amarilla, Isidro González y Mirian Meza de López, quienes anularon la validez del operativo de la Policía y de la Fiscalía en el que fueron apresados los tres brasileños, tal como solicitó la defensa de estos.
Entre otras cosas, argumentaron que los uniformados entraron sin una orden judicial a la habitación del edificio en el que vivían los brasileños y que la Fiscalía, posteriormente, igual avaló el procedimiento.
De ese modo, “Bilão” fue sacado de su celda de Tacumbú y derivado al Departamento Judicial de la Policía, para los últimos trámites antes de ser nuevamente un hombre libre.
Sus dos compatriotas que estaban presos en Ciudad del Este pasaron por el mismo proceso protocolar, antes de recuperar su libertad.
Complicaciones impensadas
Cuando ya todo parecía color de rosa para los tres brasileños, que silenciosamente estaban a punto de ser liberados, el ministro del Interior, Lorenzo Lezcano, ordenó a la Policía que retuviera a “Bilão”, ya que surgió el dato de que tenía una cédula paraguaya legal, pero de contenido falso.
Fue así que, a través de un estudio dactiloscópico, se comprobó que el brasileño “Bilão” tenía desde el año 2011 una cédula paraguaya número 7.012.870, con su foto y a nombre de un tal Ramón David Aquino Núñez, de 38 años, supuestamente nacido y residente en Puerto Antequera, departamento de San Pedro.
Imputación
La doble identidad de “Bilão”, al ser comprobada, motivó que el jefe del departamento Judicial, comisario principal Aurelio Marín, informara mediante una nota al juez Carlos Vera que no podrían dejar en libertad al brasileño.
Desde entonces, también se comunicó la irregularidad a la Fiscalía, que designó a su agente Leonardi Guerrero para llevar adelante el proceso penal correspondiente.
Este último imputó a “Bilão” por sus documentos falsos e incluso pidió prisión preventiva para el brasileño, quien entonces tiene asegurada otra temporada de estadía en el principal establecimiento penitenciario del país.
Uno fue expulsado y el otro liberado
Sobre los dos presuntos cómplices de “Bilão”, José Félix da Silva (59) y Antonio Abraão da Silva (28), las autoridades de nuestro país tomaron determinaciones distintas.
Por un lado, José Félix, quien también fue beneficiado con la libertad en el Paraguay, fue expulsado del país y entregado a la Policía Federal del Brasil, que lo venían buscado por varios crímenes.
En tanto que Antonio Abraão fue el único de los tres que quedó completamente libre, ya que no tenía cuentas pendientes, excepto sus antecedentes.
Intervención de la propia Corte Suprema
El escándalo que se generó con la noticia de la orden de libertad de los supuestos narcotraficantes Rovilho Alekis Barboza, José Félix da Silva y Antonio Abraão da Silva motivó la intervención nada menos que de la propia Corte Suprema de Justicia.
Mediante una resolución, la Corte ordenó la remisión de los antecedentes a la Dirección General de Auditoría de Gestión Jurisdiccional, a los efectos de la realización de una auditoría de reacción inmediata, según consta en el documento difundido por la máxima instancia judicial de nuestro país.
Rovilho, más conocido como “Bilão”, tiene pendiente una sentencia de 40 años de encierro en Brasil por narcotráfico.
Los boletines difundidos por la justicia brasileña sobre la búsqueda del criminal dan cuenta de que se trata de un delincuente de talla internacional, que aparentemente maneja una buena parte del tráfico de drogas y armas en la frontera, a favor del grupo criminal brasileño Primer Comando da Capital (PCC).
Ahora resta saber qué determinaciones se tomarán con respecto a la sugestiva orden de libertad que otorgaron los camaristas Aniceto Amarilla, Isidro González y Mirian Meza de López y que después fue refrendada por el juez de garantías Carlos Vera, todos de Ciudad del Este.
