El Juzgado de Paz de Tte. Rojas Silva, situado dentro de un predio militar, quedó destechado por completo en 2015, a causa de una tormenta, y hasta el momento la Corte Suprema no dispuso su reparación o la provisión de una nueva sede. De acuerdo a las denuncias, los funcionarios deben atender en un pasillo del cuartel de las Fuerzas Armadas sin las más mínimas comodidades.
El edificio donde funciona el Juzgado de Campo Aceval, que fue donado por unos lugareños, nunca fue sometido a trabajos de mantenimiento y también presenta pésimas condiciones. En esa zona las funcionarias Gladys Cordone y Gissela Pico fueron víctimas de mordeduras de serpientes y por este motivo la sede judicial tuvo que ser mudada a un centro comunitario, donde además se prestan servicios de todo tipo a los pobladores locales.
Un estado similar también presenta el juzgado de Pozo Colorado, ubicado en pleno centro del departamento de Presidente Hayes.
El juez de Paz del distrito, Daniel Ledesma, indicó que se encuentran en un local alquilado y que actualmente está avasallado por un ataque de abejas y las condiciones del establecimiento son lamentables.
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