No se trataba del primer asalto para el autoservice “La Rosada”, situado en la calle Andrés Gelly esquina Acuña de Figueroa del barrio San Isidro de Lambaré y propiedad del comerciante Marcial Morínigo Cardozo (68).
Unos quince años atrás, otra banda de malvivientes había perpetrado un golpe al mencionado negocio. Fue en la madrugada del 6 de octubre de 2003 y en esa ocasión los asaltantes se alzaron con un botín de G. 28 millones, luego de reducir a su propietario de un culatazo y amenazar a los empleados del local.
Una vez consumado el golpe, los delincuentes emprendieron una rauda fuga a bordo de un automóvil Volkswagen Parati de color blanco y sin chapa, refirieron las fuentes policiales.
A partir de esa experiencia, Morínigo se vio obligado a reforzar la seguridad de su autoservice para evitar que los delincuentes concretaran un nuevo golpe. Colocó rejas en la parte frontal del negocio e instaló cámara de seguridad en el interior. También se mantuvo expectante ante cualquier sospechoso que ingresara al local comercial.
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El frustrado golpe
El tiempo transcurrió y todo pareció que los malvivientes no volverían a concretar otro golpe al autoservice “La Rosada”. Pero todo cambió cuando la noche del 26 de setiembre pasado, cerca de las 19:00, dos “motochorros” irrumpieron en el local comercial, alertando a todos los presentes que se trataba de un asalto. Según la investigación policial, minutos antes ingresó una pareja de jóvenes que aparentemente ofició de campanas y los mantuvo al tanto del movimiento.
Morínigo, quien se encontraba cerca, reaccionó y agarró la mano de uno de los maleantes, identificado como Carlos Octavio Iriarte Portillo (20), y trató de reducirlo para despojarle de su arma de fuego.
De acuerdo a la investigación policial y fiscal, basado en la filmación del circuito cerrado, su cómplice, quien resultó ser Marco Antonio Sanabria Ortiz (25), disparó con intenciones de dominar al dueño del comercio, pero el que murió a consecuencia de ello fue su cómplice.
Tras el mortal incidente, Sanabria abortó el golpe y se dio a la fuga, junto con los presuntos campanas.
La captura de los implicados
Tras el sangriento suceso, agentes policiales de la Brigada de 4 Mojones de Investigación de Delitos iniciaron una investigación con base en las pistas que tenían, como la motocicleta Kenton GL150 Azul, sin matrícula, que fue abandonada en el lugar y la filmación del circuito cerrado.
Los indicios los guiaron primeramente hacia los supuestos campanas, quienes cayeron la mañana del 28 de setiembre pasado durante un allanamiento efectuado en el barrio Ypatí de la ciudad de Villa Elisa. Resultaron ser Aníbal Ojeda (23) y Génesis Aramí Prates (22).
Tras enterarse de ello, Sanabria acudió a una estación televisiva de nuestro medio, donde anunció su intención de entregarse y ponerse a disposición de la justicia, reconociendo haber participado del frustrado asalto. Sin embargo, negó ser el autor del disparo que mató a Iriarte, dando a entender que fue Morínigo. La fiscalía, sin embargo, se mantuvo firme en su versión y el juez Hugo Camé dispuso su prisión.
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