La balanza y las mujeres

Cada franja etaria de las mujeres tiene sus particularidades en cuanto a los hábitos alimentarios y la funcionalidad orgánica. Bajar de peso y mantenerlo son objetivos que nos mantendrán en paz con la balanza impía.

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La doctora en nutrición Yenny Barrios responde.

–¿Qué consejos da a las mujeres de 20, 30, 40 y más que desean bajar de peso?

–A las 20 años, la mujer soltera, estudiante y trabajadora, tiene muchos círculos de amigos, pero debe estar en forma permanente escogiendo con inteligencia lo que se va a servir en el plato. Elegir opciones más saludables, agregar abundantes ensaladas en las comidas principales. Si el menú es único disminuir la porción a la mitad.

Pasarse muchas horas sentadas en el trabajo sin hacer ningún movimiento, o comer sin tener conciencia, con la computadora o revisando las redes sociales, de manera silenciosa, acumula grasa indeseable.

Evitar los picoteos a lo largo del día, como las galletitas del escritorio o el chocolate.

A los 30, las responsabilidades se multiplican, al trabajo se suman los de la casa y los hijos. Es importante buscar la actividad física y buenos hábitos. No faltarán frutas frescas, frutos secos y vegetales crudos. Realizar la lista de compras antes de ir al supermercado, traer lácteos descremados y cereales integrales.

A los 40 años, el buen descanso nocturno es fundamental. Una buena ración de proteína, acompañada de una moderada porción de cereales o tubérculos (hidratos de carbono) y la infaltable ensalada de vegetales crudos en el almuerzo y la cena es aconsejable para que se pueda mantener la masa muscular, otorgar energía con un buen aporte de vitaminas, minerales, fibra y agua.

Los lácteos

La Lic. en nutrición Nathaly Valiente opina.

–El consumo de lácteos como el de cualquier otro alimento está indicado en todas las edades. Solo se desaconseja si hubiere alguna intolerancia a las proteínas que contiene (globulinas) o a su hidrato de carbono (lactosa).

En el caso de los adultos mayores, la digestión suele verse enlentecida, aparecen “intolerancias a la leche”, por la deficiencia de enzimas que desdoblan la lactosa. Si se presenta esta situación, aconsejo leche sin lactosa, y si es muy marcada, evitar la leche y sus derivados, como el yogur y el queso, siendo este último el mejor tolerado por su escaso contenido de lactosa.

Empecemos la dieta.

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