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En 2010, Vilmar “Neneco” Acosta Márques decidía dejar las sombras del anonimato para incursionar en política y apuntar a la intendencia municipal del distrito en el que había vivido toda su vida: Ypejhú. Sin embargo, ya para ese entonces en la zona baja del departamento su nombre y el de su familia eran vinculados a una larga serie de ilícitos.
Algunos pobladores de la zona, quienes por temor pidieron que sus nombres sean resguardados, relatan que desde hace varios años el clan de los Acosta Márques era vinculado con delitos como el abigeato y el cultivo de marihuana.
Tras la caída de los grandes capos narcos brasileños que operaban en la zona, grupos familiares como el de los Acosta Márques fueron ganando terreno de las manos de hombre de Líder Cabral y otros tanto más. De pequeños productores pasaron a convertirse en los patrones de la zona, encargados directos del “negocio” con los jefes de Brasil.
En la estructura de este clan, “Neneco” era considerado el líder, aunque no estaba solo. El primero en sumarse al exintendente de Ypejhú en el submundo delincuencial fue su padre, Vidal Acosta. En 2011, poco tiempo después de haber ganado las elecciones municipales, ambos fueron detenidos luego de que se encontraran huesos humanos y cuero cabelludo en el interior de su propiedad.
Vilmar y su padre fueron imputados por homicidio, detenidos y posteriormente liberados por un tribunal de alzada tras, según la denuncia de los propios fiscales, una grosera intromisión del entonces ministro de la Corte Suprema, Víctor Núñez. El caso nunca llegó siquiera a juicio y ambos siguieron disfrutando de la libertad.
Wilson Acosta Marques, también conocido como Wilson Acosta Marquez o Wilson Marques González; es el hermano mayor de “Neneco” y sería uno de los sicarios encargados de liquidar a los adversarios del intendente, ya sean políticos o componentes de bandas rivales. El hombre fue procesado por casos de asesinatos en Paraguay y Brasil y sus últimas víctimas habrían sido el exintendente -y quien pretendía disputar la jefatura comunal a Vilmar-, Julián Núñez; el periodista Pablo Medina y la joven Antonia Almada.
Otros dos hermanos de Vilmar, Elio y Víctor cayeron muertos en 2010 como parte de un enfrentamiento entre su familia y los Giménez Suárez, rivales a muerte de los Acosta Marques en la lucha por la hegemonía del narcotráfico en la frontera; hegemonía que había quedado vacante tras la detención de Fernandinho Beira Mar.
Vidal Yuner Acosta, también hermano de “Neneco”, es otro de los sicarios presuntamente encargados de matar a los rivales del político colorado que empezó como castiglionista y luego pasó a filas del cartismo. Según relatos de testigos, Yuner habría sido uno de los que emboscó y asesinó al exintendente Julián Núñez en agosto pasado.
A ellos se les suma otro hermano: Lorenzo Acosta Márques. El nombre de este hombre salió a la luz luego de que Arnaldo Javier Cabrera, chofer de Neneco y único detenido por el asesinato de Pablo Medina y Antonia Almada, lo señalara como el responsable de la huida de los sicarios tras el doble crimen del 16 de octubre de 2014.
La lista de supuestos sicarios de la familia sigue con Gustavo “Chiqui” Acosta Gadea, hijo de Wilson y sobrino de Vilmar. Con apenas 20 años, ya habría participado de varios asesinatos como el de Julián Núñez.
Otro sobrino de Vilmar, Flavio Acosta Riveros, también figura en el negocio familiar. De acuerdo a la investigación fiscal, Flavio fue uno de los pistoleros que terminó con la vida de Pablo Medina y Antonia Almada. Aunque la versión de Arnaldo Javier Cabrera lo sindica como el que hacía las veces de campana.
Finalmente, aparece Cristino Velázquez, quien fuera concuñado de Wilson y tío de Gustavo. El mismo sería un sicario que habría estado involucrado en varios asesinatos en la zona, incluido el de Julián Núñez y encargado de realizar la “quema de archivos” y eliminar a quienes estuvieron alguna vez vinculados a Acosta Marques.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano
Infografía: Rodrigo Pujol (rodrigo.vergara@abc.com.py - @PujolRodrigo)