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Su gente, a simple vista, parece amable y jovial. Algunos se pasean de día, sobre las avenidas, ya sea en autos o a pie. Pero claro, esto es poco en comparación con la cantidad de personas que se reúnen de noche en el centro de la ciudad ¿Por qué? Tal vez porque una de las peculiaridades de esta zona de Argentina es que la gente sale a comer o trabajar, pero de noche. Ejemplos como las pizzerías, o los restaurantes y las discotecas que habilitan la entrada para los clientes a partir de las 18:00 o 19:00 hay, y se notan a simple vista.
Según la encargada de un kiosko ubicado sobre la avenida 25 de mayo, “las personas de acá (Formosa) salen, todas, de noche. Los lugares que se abren son generalmente de comidas o boliches”. Un ejemplo: en los restaurantes se trabaja hasta las 1 o 2 de la mañana. No así en los locales de ropa, bancos y jugueterías, entre otros; ellos generalmente atienden de día. Pero sí, el movimiento y la gente es mucho mayor a la noche”. Y eso queda evidenciado gracias a la gran cantidad de gente que engalana el asfaltado y una buena parte de las avenidas 25 de Mayo, Moreno, Rivadavia, Belgrano etc.
Entonces, es un hecho que solo lugares como los supermercados o las tiendas de ropa (donde las necesidades básicas se reúnen) abren sus puertas de mañana-tarde, aunque siempre habrá excepciones a donde uno vaya.
Las personas son muy amables –aunque un tanto tímidas–, pero tal vez no tan cálidos como en Chile o Asunción (Paraguay), entre otros.
El pasaje del transporte público cuesta tan solo dos pesos, y la mayoría de ellos cuenta con aire acondicionado instalado a los costados, en su interior. Aunque si lo que uno quiere es evitar el calor, te comento que esta zona es igual o peor que Asunción, con una temperatura que roza o supera los cuarenta grados. De día, claro. Porque de noche la cosa cambia; el río ayuda.
Los precios de las cosas –comida, bebidas, etc– están equilibrados. Aquí la cotización juega un papel muy importante, porque si bien los pesos son baratos, estos aumentan en cantidad si deseas comprar algo dentro de su país natal.
¿Y por qué Formosa es un buen refugio para los tacaños? Pues, porque solo con 600 pesos uno ya puede sobrevivir un fin de semana, sin incluir el costo de hospedaje dentro un hotel (170 pesos, aproximadamente), y el pasaje –ida y vuelta– desde Asunción a Formosa, y viceversa.
“Esta ciudad es vampiresca”, decía yo al volver. Tal vez los que vivan dentro no son vampiros, pero, como se los ve, hacen un buen tributo a sus congéneres.