La tos convulsa, una molestia de invierno

Durante la estación invernal son comunes las enfermedades respiratorias, tanto que este año no hay excepción, añadiéndose una más: la tos convulsa. La misma ha tenido un rebrote en nuestro país tras varias décadas.

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La tos convulsa, también conocida como “tos ferina” o “coqueluche”, es una enfermedad respiratoria causada por una bacteria llamada “Bordetella pertussis”. Consiste en una infección de las vías respiratorias ocasionando tos convulsiva en la persona.

Además, existen otras variantes del microorganismo ya citado, como la “pertussis” y la “parapertussis”, que también son causantes de cuadros severos de tos. Al respecto conversamos con el Dr. Tomás Mateo Balmelli, pediatra infectólogo.

Estas bacterias “ocasionan un cuadro de tos convulsiva, que conduce al niño o al adulto a quien afecte, a toser de un forma tal que hace que induzca una dificultad para respirar. Lo lleva al vómito, inclusive hace que se vuelva cianótico el paciente”, comenzó diciendo el médico.

La persona cianótica es aquella que presenta una coloración morada en la piel debido a que la sangre no presenta la oxigenación suficiente.

Añadió el pediatra que “en niños pequeños, a veces la tos puede llegar a producir hemorragias, tanto ‘priorbitarias’ –corresponde a la región que rodea la cavidad ocular– o ‘intracraneales’ debido a la intensidad que puede tener”.

En el primer periodo, denominado de incubación o prodrómico de la dolencia, no hay síntomas que determinen o demuestren que uno contrajo la tos convulsa.

Tal hecho se debe a que las características de la misma no son individuales como las de otras enfermedades respiratorias que también tienen lugar en este periodo del año.

Durante este mismo periodo es también cuando se produce el catarro, y en el segundo periodo del mal respiratorio, denominado “paroxístico”, es cuando se inicia la tos.

En el periodo “paroxístico” es cuando la tos se inicia y la misma puede causar en el niño tanto vómito como falta de aire, hasta apnea y paro respiratorio debido a la intensidad que puede tener la tos. Es durante estos dos periodos donde mayor riesgo existe de contagiar a los demás.

El médico advirtió que “las complicaciones más comunes son las hemorragias conjuntivales (zona alrededor de los ojos) o las intracraneales". Pero "luego del periodo paroxístico, viene el periodo de convalecencia y curación; habitualmente todo esto dura 10 días”.

Lo mejor que se puede hacer con la persona que tiene tos convulsa es aislarla; de esta manera se puede contrarrestar la propagación de la enfermedad. Esto debido a que la bacteria “Bodetella perstussis” se aloja en las pequeñas gotas de saliva que se lanzan al estornudar o toser.

Y con ese acto reflejo, el microorganismo queda en el ambiente y con la peligrosa posibilidad de que puede ser inhalada por otra persona, produciéndose así otras enfermedades respiratorias severas.

Entonces, los niños que estén en contacto con otras personas, ya sea cara a cara o en el mismo ambiente que los demás, deben recibir tratamiento antibiótico para prevenir los cuadros severos de la enfermedad y su propagación, además de estar aislados.

“Hoy en día esta enfermedad no está erradicada, pero sí hay manera de erradicarla, que es a través de la inmunización activa. La vacuna Pentavalente tiene dentro de sus compuestos la vacuna contra la tos convulsa”, manifestó el doctor.

La DPT es la vacuna con la que se puede evitar contraer esta tos. Las siglas corresponden a la Difteria, Pertussis y Tétanos, además de otros dos elementos más como la Poliomelitis y la Hepatitis C.

La aplicación de esta vacuna debe realizarse en los dos primeros meses de vida. Nuevamente debe ser aplicada a los cuatro y a los seis meses para reforzar la memoria inmunológica de la persona.

Misma acción debe llevarse a cabo entre los 4 y 6 años de edad de la persona, antes de iniciar la etapa escolar. Después de todo ese proceso, la inmunización se debe cumplir en la etapa adolescente y también en la adultez para reactivar la memoria inmunológica.

El infectólogo explicó que “está el indicativo también de vacunar a adultos, ya que en muchas partes del mundo se la trata como una enfermedad reemergente”.

Es decir, se trata de una enfermedad que siempre estuvo latente, “pero se han registrado brotes epidémicos, principalmente en periodos invernales” como el que estamos transitando actualmente.

El Dr. Tomás Balmelli rescató que también las mujeres embarazadas deben inmunizarse para traspasar las defensas y de esa manera evitar que sus hijos contraigan la tos ferina.

“Hoy en día es perentorio que la mujer conozca su estado serológico y vacunarle contra la ‘pertussis’, o aquellas que van a querer embarazarse, de manera a que aquel niño engendrado en el útero nazca con una protección”, declaró el doctor Balmelli.

En niños recién nacidos o muy pequeños esta enfermedad puede resultar fatal, y ello se debe a que el lactante no contiene anticuerpos contra la enfermedad y se encuentra indefenso. En estos suceden los casos más severos, indicó el infectólogo.

Cabe destacar que el inmunizante se encuentra disponible tanto en el sector público como en el privado y está incluido en el calendario de nacional de vacunación.

El Dr. Balmelli mencionó que los cambios climáticos que experimentamos de manera constante, principalemente en nuestro país, son factores que facilitan la aparición de enfermedades respiratorias, mas no los causantes.

Esto se debe a que con la variación de la temperatura, la mucosa nasal también sufre cambios y por ello se vuelve más sensible y susceptible a infecciones respiratorias, como en este caso, para contraer tos convulsa.

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