La Guerra de la Triple Alianza ilustrada

"Pinceladas de la Guerra de la Triple Alianza y la civilización del cuero", de Eduardo Adolfo Prayones fue presentado el pasado jueves 22 en el resturante Pozo Colorado.

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Eduardo Adolfo Prayones dedicó su vida al campo, a la naturaleza y a las actividades rurales. Su afición por temas militares es el resultado de una mezcla entre la herencia de sus guerreros antepasados suecos y de su paso por el servicio militar en el escuadrón mecanizado de la Escuela Superior de Guerra de la Argentina.

Se radicó en Paraguay en 1973 desde donde desarrolló y construyó una próspera actividad rural, gremial y empresarial. Como era de esperar, lo cautivaron los dos principales conflictos bélicos: la Guerra de la Triple Alianza (1864-70) —tema de este libro— y la contienda chaqueña (1932-35), a los que dedicó años de lectura e investigación.

Según sus palabras: “A la historia oficial de la Guerra de la Triple Alianza he incorporado, en este libro, mis pensamientos, las conclusiones a las que he llegado y también las suposiciones. A mis 82 años y con la ayuda de mi hijo Eduardo, en este material convergen, junto a mi afición al dibujo, dos de mis grandes pasiones: la vida de campo y los temas militares”.

Paralelo al tema principal fluye una narrativa sobre la civilización del cuero; una etapa de vaquerías hispanoamericanas que influyó profundamente en la manera de vivir y trabajar el campo.

 

Prayones nació en Buenos Aires en 1936 y se radicó en Paraguay desde 1973. Es productor agropecuario y administrador ganadero; criador de equinos y vacunos de la raza criolla; asesor del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA); miembro fundador y presidente de la Comisión de Lucha contra el Abigeato y Delitos Rurales durante diez años; miembro fundador de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos del Paraguay (ACCP).

Aficionado a la lectura y al dibujo desde pequeño, desarrolló una fascinación por la historia en general y los conflictos militares, grandes enfrentamientos bélicos mundiales, armamentos del pasado y de la actualidad, guerras y conflictos asimétricos y antisubversivos.

Sintió la necesidad de dibujar lo que leía y aquello que veía: las amplias praderas por las que anduvo y cabalgó, y el hombre de campo con el que trabajó. Es padre de cinco: María, Lucía, Eduardo, Alejandra y Diego, y es abuelo de diez nietos; ocho de ellos paraguayos.

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