El jefe comunal, a través de la resolución N° 411/2020, dispuso que las banderas de las instituciones públicas y privadas permanezcan a media asta. “Exigir a las autoridades correspondientes el esclarecimiento total y el castigo ejemplar al o los responsables del hecho”, reza una parte de la disposición de la intendencia.
La pequeña residía con su familia en un barrio de Minga Guazú hasta que el sábado pasado fue raptada por un automovilista. El suceso ocurrió alrededor de las 18:20, cuando la niña se dirigía a una despensa del vecindario.
Tras diligencias investigativas, la Policía detuvo a Héctor Eduardo Martínez Núñez (25) en el allanamiento de su domicilio ubicado en otro sector de Minga Guazú, distante a 36 kilómetros del escenario del rapto.
Martínez Núñez mantenía una relación sentimental con la tía de la niña, una adolescente de 17 años. Hace unos 20 días, hubo una ruptura y el joven habría amenazado con que se vengaría de la familia de su expareja.
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Según la Policía, Martínez Núñez confesó ser el autor del rapto y que supuestamente estranguló a la niña para luego arrojarla al río Monday.
Poco antes del mediodía de ayer, un cuerpo calcinado fue encontrado en una propiedad rural de Minga Guazú, a unos 15 kilómetros del domicilio de Martínez Núñez. Los investigadores recogieron los restos óseos, que serán examinados en el Laboratorio Forense del Ministerio Público a fin de determinar si pertenecen a la niña.
Igualmente, fue detenida Limpia Concepción Núñez Goiburú (50), madre del joven, por sospechas de ser cómplice del crimen. La mujer tenía en su casa un extraño santuario y dijo que se dedica a realizar trabajos espiritistas.
Los investigadores no descartan que la niña haya sido raptada como parte de un ritual satánico.
El caso generó una indignación ciudadana y en la víspera se llevaron a cabo movilizaciones en Minga Guazú y Ciudad del Este para exigir el cese de la violencia contra los niños y castigo a los responsables.
