Según la investigación, el hecho fue descubierto por la abuela de la pequeña, quien se percató de que la niña presentaba algunas lesiones en sus partes íntimas, en el momento en que la estaba bañando. Inmediatamente indagó a la niña sobre los rastros y allí la misma le confesó que supuestamente su tío abusaba de ella.
El abuso se habría cometido en el interior de un inquilinato ubicado en Ciudad del Este y la abuela se enteró fortuitamente del ilícito, atendiendo que fue solo de visita al lugar y aprovechó para higienizar a su nieta, momento en que se percató del supuesto abuso.
El hecho fue denunciado de inmediato al Ministerio Público y la niña fue inspeccionada por el médico forense Hugo Céspedes, quien constató las lesiones, lo que dio inicio a la investigación penal.
