Auditan gastos de Fonacide y royalties en Itakyry

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Seis funcionarios de la Contraloría llegaron este lunes a la Municipalidad de Itakyry, gestionada por el intendente Carlos Soria (ANR, cartista), para auditar los gastos de los recursos del Fonacide y royalties.

El equipo auditor de la Contraloría General de la República, encabezado por el coordinador Mario Florenciañez, permanecerá una semana en el ente municipal para cotejar los documentos relacionados al destino de los recursos del Fonacide y royalties.

La tarea de fiscalización abarcará el ejercicio presupuestario de 2019 y el primer semestre de 2020.

La auditoría se lleva a cabo luego de la denunciada presentada por los concejales Luis Acosta (PPT) y Gumercindo Fernández (PLRA) el pasado 28 de julio.

Según la denuncia, el intendente Soria habría otorgado un millonario contrato de obra a una empresa de maletín y a un precio sobrefacturado.

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Se trata de la licitación para la remodelación de la avenida El Mensú y la construcción de una plazoleta en el casco urbano de Itakyry por un monto global de G. 1.640 millones, financiada con recursos de royalties. Las obras fueron adjudicadas a la empresa Suares Henri y Asociados, representada por Emilio Suares Henri, con dirección a Minga Guazú.

Los denunciantes informaron a la Contraloría que visitaron el local de la empresa contratada y constataron que se trata de una firma dedicada a la prevención de incendios, no así al rubro de construcciones.

Los concejales igualmente resaltaron en su denuncia que el precio de algunos ítems de las obras estaría sobrefacturado. Por ejemplo, señalaron que se adquirieron 104 “faroles de oro” - G. 1.411.000 la unidad, pero cuyo valor en el mercado no sobrepasa G. 200.000.

Los auditores llevarán las constancias de los egresos de los recursos municipales y dentro de dos meses emitirían el resultado de la fiscalización.

El intendente Soria desacreditó la denuncia contra su gestión y dijo que se aclarará cualquier duda en la auditoría.

“Es una cuestión política nomás. Desde hace cuatro años vienen con ese tipo de cosas, siempre rechazan todos los proyectos, desaprueban todo. Ahora uno quiere ser intendente (por Acosta) y el otro (por Fernández) de nuevo concejal. Como no tienen ideas, propuestas entonces su caballito de batallas soy yo, tratan de ensuciarme, como soy la amenaza electoral para ellos, es un tema netamente político”, añadió.