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Villalba Mereles encontró en la función pública la fórmula para transformarse de un modesto operador de computadora del Ministerio Público a propietario de una formidable fortuna. Su patrimonio experimentó un astronómico crecimiento en los últimos años, según él mismo consignó en sus declaraciones juradas entregadas a la Contraloría General de la República.
El primer informe de bienes presentado por el fiscal y divulgado por la Contraloría data de 1997. En aquel tiempo Villalba Mereles trabajaba como operador de computadora.
Tenía G. 3.500.000 en efectivo, dos terrenos valuados en G. 85 millones, un auto de G. 4 millones y muebles por G. 8 millones.
Sus activos ascendían a G. 100.500.000 y su patrimonio neto era de G. 95 millones, ya que tenía una deuda de G. 5.500.000.
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La segunda declaración jurada divulgada por la Contraloría corresponde a 2015, cuando Villalba Mereles ya fungía de asistente fiscal.
En ese entonces comunicó que poseía un inmueble valuado en G. 549.855.300 y un vehículo Ford F1000, año 1982, estimado en G. 25 millones. No declaró dinero en efectivo, ni en cuenta bancaria ni en muebles.
Sus activos subieron a G. 574.855.300. Aunque, su patrimonio neto era de G. 443.000.458, al registrar una deuda de G. 131.854.842.
El milagro económico
El verdadero despegue patrimonial del Villalba Mereles se produjo entre 2015 y 2017. En solo dos años cuadruplicó su fortuna, cuando aún se desempeñaba como asistente fiscal.
De contar con un patrimonio neto de G. 443.000.458 pasó a ostentar una fortuna líquida de G. 2.049.988.300. Un incremento de G. 1.606 millones en dos años. Un milagro económico sin precedentes para un asistente fiscal con un salario de G. 7.377.900 en la época.
Para equiparar el millonario incremento, Villalba Mereles necesitaría ahorrar durante 18 años su salario de asistente sin gastar ni un guaraní.
El fiscal blanqueador
La actuación del fiscal Villalba Mereles es una de las más cuestionadas por activistas y gremios de la frontera. En su primer mandato como representante del Ministerio Público, ganó notoriedad pública por blanquear a supuestos polibandis, pese a las pruebas incriminatorias.
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Uno de los casos más sonados involucra a los agentes de la comisaría 1ª de Ciudad del Este, acusados de secuestrar al turista brasileño Guilherme Bueno en agosto de 2018.
El fiscal Villalba retiró la acusación dos veces del juzgado contra dos policías, a pesar de que fueron reconocidos como los autores del secuestro.
A raíz de su dudosa actuación, gremios del sector turístico presentaron una denuncia en su contra Villalba Mereles en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por mal desempeño de funciones. La queja está congelada hace meses en el Jurado.
En los pasillos tribunalicios, Villalba Mereles se ganó la fama de un funcionario blanqueador y dispuesto a brindar impunidad al mejor postor.
Intentamos comunicarnos con el fiscal Villalba vía telefónica, pero no tuvimos retorno. No obstante, nuestra redacción está abierta para escuchar su versión.