¿Importa el tiempo en que comemos?

La nutricionista Leyla López afirma que comer tarde aumenta el hambre y disminuye las calorías quemadas. “Es importante tener en cuenta el tiempo en que comemos, ya que las evidencias demuestran que comer tarde se asocia con alteraciones metabólicas propias de la obesidad, con una menor pérdida de peso y un desequilibrio de las hormonas implicadas en la obesidad”.

Es importante tener en cuenta el tiempo en que comemos ya que las evidencias demuestran que comer tarde se asocia con alteraciones metabólicas propias de la obesidad, con una menor pérdida de peso y un desequilibrio de las hormonas implicadas en la obesidad.
Es importante tener en cuenta el tiempo en que comemos ya que las evidencias demuestran que comer tarde se asocia con alteraciones metabólicas propias de la obesidad, con una menor pérdida de peso y un desequilibrio de las hormonas implicadas en la obesidad.gentileza

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“La reducción de las horas de sueño puede ser un factor de riesgo para aumentar el apetito y desarrollar sobrepeso, obesidad, enfermedades cardiovasculares, intolerancia a la glucosa e incluso diabetes mellitus tipo 2″, explica la nutricionista Leyla López.

Según comenta Leyla López, el cuerpo tiene su propio reloj interno conocido como ritmo circadiano, que indica cuando permanecer despierto y cuando se debe dormir, dentro de este proceso existen reacciones hormonales implicadas; en la actualidad estudios demuestran que si el ritmo circadiano se encuentra en desfase puede desencadenar desequilibrios hormonales y metabólicos; todos estos desequilibrios de ritmos diarios pueden estar implicados en las señales del hambre y la saciedad.

Desequilibrio hormonales

“Un desequilibrio de las hormonas implicadas en la obesidad, tales como la leptina (hormona de la saciedad) que se ve inhibida y la ghrelina (hormona del hambre) que se ve aumentada, contribuyendo así al aumentando del hambre y el deseo de comer; también al comer tarde hay una menor utilización de carbohidratos y un menor gasto de energía basal (calorías necesarias para las funciones básicas, es decir son quemadas en reposo) lo cual se asocia a las alteraciones metabólicas de la obesidad con una menor pérdida de peso”, explica la nutricionista.

Organizar los horarios de las comidas

Leyla López dice que la organización de los horarios de comida, una buena selección de alimentos y un buen descanso ayuda a controlar el ritmo de las hormonas relacionadas con el equilibrio energético y por ende contribuye a mejorar el metabolismo y el bienestar en general.

“Una de las estrategias para llevar un buen ritmo circadiano y una salud óptima es comer por lo menos 60-90 minutos antes de acostarse, optar por alimentos que estimulen el sueño y la producción de melatonina: como los lácteos, huevos, nueces, almendras, banana y avena; y evitar alimentos con alto contenido calórico y energético que retrasen las horas de sueño”, finaliza Leyla López.

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