Estos son los riesgos de tomar bebidas alcohólicas si se está siguiendo un tratamiento con antibióticos

El consumo de antibióticos y bebidas alcohólicas es una combinación que puede tener serias consecuencias para la salud. Ambos tienen efectos secundarios individuales y cuando se toman juntos, amplifican los riesgos y pueden afectar negativamente el tratamiento de una infección.

Una mujer a quien no se le ve el rostro muestra una copa de vino y una tira de medicamentos.
¿Estás siguiendo un tratamiento con antibióticos y te tienta una copita de vino?Shutterstock

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¿El médico te recetó antibióticos, pero te tienta una cervecita o una copa de vino? La verdad, que si querés que te tu tratamiento tenga éxito, lo ideal que evites caer en la tentación y aguantes hasta cumplir con todas las dosis indicadas.

Acá te contamos cómo puede afectarte la combinación de alcohol y antibióticos:

  • Interferencia con el tratamiento: El consumo de alcohol mientras se toma un antibiotico puede afectar la eficacia de éste. El alcohol puede interactuar con el medicamento y reducir su capacidad para eliminar las bacterias. Esto puede hacer que el tratamiento sea menos efectivo y prolongar la duración de la infección.
  • Aumento de los efectos secundarios: El consumo de alcohol puede aumentar los efectos secundarios de algunos antibióticos. Ambos pueden tener efectos tóxicos sobre el hígado, y cuando se combinan, la carga en este órgano aumenta significativamente. Esto puede llevar a daño hepático y complicaciones graves.
  • Disminución del sistema inmunológico: El alcohol debilita el sistema inmunológico y dificulta la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Cuando se combina con un antibiotico, que también puede afectar el sistema inmunológico, el riesgo de infecciones recurrentes aumenta.
  • Reacciones adversas: Algunos antibióticos tienen reacciones adversas específicas cuando se combinan con alcohol. Por ejemplo, puede causar náuseas, vómitos, dolor de cabeza, enrojecimiento o desmayos. Estos efectos pueden ser más severos y duraderos si se consume alcohol mientras se toma el medicamento.
  • Posible resistencia a los antibióticos: El uso inapropiado de antibióticos puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana. Cuando se toma alcohol junto con un antibiótico, este riesgo aumenta. Además, la resistencia bacteriana puede hacer que futuros tratamientos sean menos efectivos, lo que compromete la salud a largo plazo.

En general, es recomendable evitar el consumo de alcohol mientras se está en tratamiento con antibióticos. Es importante seguir las indicaciones del médico y completar todo el ciclo de tratamiento para asegurar una recuperación completa y evitar complicaciones.

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