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Por el otro lado, los liquidos son mejores a la hora de deshacer la grasa. Conclusión: si tienes una mancha grasosa en una prenda, lávala a mano con jabón líquido.
En cambio, si tienes una mancha de color será mejor que uses algún producto en polvo o en forma de granulado, perlas o pastillas, porque esas sí contienen blanqueador. Es más, el blanqueador tiene un efecto de higienización para la lavadora si lo aplicas a temperaturas por encima de los 40 grados.
Cuando la ropa sale de la lavadora con cierto olor a encierro o a humedad, es que es hora de darle una buena lavada a la máquina. Ese es el mejor método. El jabón en polvo o los productos con blanqueador destruirán la capa que se ha asentado en la máquina.
Conclusión: una vez al mes vale la pena hacer una lavada a temperaturas más altas con jabón en polvo.