A cada trabajo una dieta: cómo alimentarse de acuerdo a la labor

No es lo mismo desempañarse como oficinista que haciendo trabajo pesado en el campo; cada quehacer requiere de una dieta diferente que ayude al buen desempeño. Leé más en esta nota.

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Mujer comiendo en el trabajo.
Mujer comiendo en el trabajo.Shutterstock

Aprovechamos el Día del trabajador para hablar de un tema importante: la alimentación según cada trabajo. La alimentación es uno de los factores que con mayor seguridad e importancia condicionan el desarrollo físico, la salud, el rendimiento y la productividad de las personas. Por eso es tan importante seguir un plan de alimentación acorde a las actividades que se desarrollan.

Una persona mal alimentada encontrará dificultades para mejorar su calidad de vida. Seguir una dieta en la que faltan alimentos indispensables para el organismo puede dar lugar a la aparición de determinados síntomas físicos como la falta de reflejos y el cansancio excesivo, y psíquicos, como la irritabilidad y falta de interés por las cosas. Estas situaciones pueden mejorar gracias a una alimentación adecuada.

Problemas de alimentación que influyen negativamente en el trabajo

Obreros de la construcción comiendo.
Obreros de la construcción comiendo.

Los siguientes factores influyen en el trabajo y reducen el rendimiento:

Dietas desequilibradas: en estas están ausentes alimentos básicos y, por ende, posteriormente se presentan carencias de nutrientes que generan alteraciones en el organismo.

Dietas bajas en calorías: estas disminuyen la capacidad de rendimiento y perjudican a la salud.

Dietas altas en calorías: conducen al sobrepeso y a la obesidad. La persona que está con unos kilos de más debe realizar mayor esfuerzo físico para realizar sus tareas y esto puede empeorar o aumentar el riesgo de lesiones en músculos y articulaciones, y desarrollar otros trastornos serios de la salud como las alteraciones en los niveles de azúcar y grasas en sangre, y en la presión arterial.

Bajo número de comidas por día: saltarse comidas o realizar solo dos comidas al día influye negativamente en el funcionamiento del organismo.

El consumo de alcohol: en cantidades excesivas, perjudica seriamente la salud.

La higiene en la preparación de alimentos: si no se cuida este importante aspecto, aumenta el riesgo de apariciones de intoxicaciones de origen alimentario tales como la salmonelosis.

Alimentación según el trabajo

Trabajadores comiendo.
Trabajadores comiendo.

Numerosos estudios han comprobado que el rendimiento y el bienestar de los trabajadores mejoran si estos realizan planes de alimentación acordes a su situación personal.

Si se trata de trabajadores que realizan tareas forzosas, el aporte calórico debe ser alto; en cambio, si la intensidad de trabajo es moderada, el aporte de calorías también debe ser moderado, a este grupo pertenecen los que realizan una labor con menor desgaste físico.

Trabajos sedentarios: este grupo corresponde al de personas que permanecen sentadas prácticamente todo el día y que se desplazan siempre en automóvil. Están expuestos al sedentarismo los trabajadores de oficinas, tiendas, taxistas y conductores de camiones y ómnibus.

Trabajos de gran requerimiento físico: en estos casos, si el estrés o desgaste es principalmente físico, la dieta debe contener cantidad suficiente de calorías como para compensar el gasto de energía que conlleva la actividad, como es la de trabajadores de la construcción, del campo, de la industria metalúrgica, deportistas profesionales, entre otros.

Trabajos de gran estrés psíquico: si el estrés es de tipo psíquico, las necesidades calóricas no son tan elevadas como en el caso anterior y lo verdaderamente importante es que la dieta contenga cantidad suficiente de todos aquellos nutrientes que se relacionan con un buen funcionamiento del sistema nervioso. En este grupo se encuentran las personas con puestos de responsabilidad, empresarios y directivos de empresas, jefes de servicio o de grupo y gerentes.

Trabajos con horarios especiales: las personas que trabajan en un ritmo de turnos o en franjas horarias especiales tienen que adaptar además su alimentación en función del horario laboral, para poder llevar a cabo una dieta adecuada. Es el caso de los trabajadores de la salud pública (enfermeros y médicos), el personal de la industria química y siderúrgica o del sector de la alimentación con horarios continuos en la empresa que exigen turnos rotativos y nocturnos, mozos de bares nocturnos y guardias de seguridad.

Trabajos que exigen comer fuera de casa: algunas personas, debido a su actividad laboral, no pueden comer en casa y deben hacerlo en comedores de empresa o en bares y restaurantes. En estos casos, el nutricionista los ayudará en la elección del menú más apropiado y saludable en cada caso.

Por Lic. Antonio Danei

Nutricionista. Reg. Prof. 246