Lorenzo Sosa es un poblador de la localidad de Carmelo Peralta, y desde hace varios meses trabajaba en la construcción de la Ruta Bioceánica, considerada la mayor obra pública ejecutada en la actualidad en Paraguay, y en la que trabajan más de 1.200 obreros.
“Este viernes 1 de mayo, Día del Trabajador, recibí la triste noticia de mis desvinculación de la empresa, supuestamente a consecuencia de disminución de personal. Sin embargo, en realidad se debería a las denuncias que realice anteriormente, sobre las condiciones inhumanas en las que éramos explotados”, dijo Sosa.
Al inicio de la cuarentena sanitaria, los obreros de la empresa realizaron una manifestación, paralizando los trabajos por un día, denunciando la falta de pago de horas extras, la mala calidad de la comida que se les proveía, y la falta de respeto de días libres.
Tras estas denuncias, los directivos del CCVB prometieron mejorar las condiciones de trabajo, por lo que se levantó la medida de fuerza y continuaron las tareas.
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Actualmente, los trabajos de asfaltado continúan sin mayores complicaciones, en el marco de un estricto control sanitario, lo que aseguró que hasta la fecha no haya personas contagiadas con COVID-19 a pesar de la gran cantidad de obreros que trabajan en la obra.

Sosa relaciona su despido directamente con aquellas denuncias y considera su desvinculación una injusticia, asegurando haber cumplido siempre con eficiencia sus labores.
“No se puede justificar disminución cuando vemos que sacan a una gran cantidad de personales de nuestra comunidad, y en su reemplazo traen similar cantidad desde otras regiones”, sostuvo.
“Me sacan por defender mis derechos”, dijo Sosa, que trabajaba como ayudante de topografía.
Damián Marecos es otro obrero recientemente despedido. Trabajaba en la zona de cantera y también fue notificado de su desvinculación por el mismo motivo, disminución de personal.
Los obreros despedidos están analizando la posibilidad de realizar manifestaciones, atendiendo el tremendo daño económico sufrido durante una crisis social.
El CCVB alega que el despido de Sosa no se trata de una persecución a los trabajadores, sino que el objetivo es disminuir la gran cantidad de obreros con que actualmente trabajan en la Ruta Bioceánica.
Mencionan además que a pesar de la cuarentena sanitaria, los trabajos no pararon, atendiendo que el decreto presidencial los mencionaba entre las excepciones.
Aseguran que los trabajos se realizan dentro de un estricto control sanitario, que incluye permanente lavado y desinfección de manos, y el uso obligatorio de mascarillas. El comedor permanentemente es desinfectado y se redujo la cantidad de personas que ingresan para almorzar, utilizando el sistema rotativo a fin de evitar la aglomeración.

La primera fase de la construcción de la Ruta Bioceánica comprende 277 kilómetros de asfalto que unirán a las localidades de Carmelo Peralta (Alto Paraguay) y Loma Plata (Boquerón).
El Consorcio Corredor Vial Bioceanico, integrado por las empresas Queiroz Galvao S.A. y Ocho A.S.A., es el encargado de la construcción, a un costo inicial de US$ 445 millones.
