Pedro Ramírez, del Centro de Investigación Periodística (Ciper), manifestó a ABC Color que se decidió retroceder en la cuarentena debido al aumento de contagios que se dieron rápidamente tras esa decisión.
“La curva fue creciendo de una bastante agresiva y a comienzos de mayo pasamos de tener de 600 a 2.600 casos diariamente. Por eso el sistema de cuarentena es que todo Santiago esté en cuarentena. Lo que pasó fue que una gran cantidad de los trabajadores son independientes, que viven del día a día y esas personas se vieron en la necesidad de salir y por eso el contagio avanzó muy rápidamente”, explicó.
Ramírez comentó que a partir de ese hecho, el Gobierno tomó medidas para ayudar a estas personas con canastas de productos de alimentación para que puedan hacer cuarentena en sus casas. “Cuando se dice que muchas personas no respetaron las medidas sanitarias es precisamente porque se requiere darles seguridad a las personas de que van a tener sustento económico”, indicó.
“Es muy importante la relación entre las medidas sanitarias y económicas. Una cosa es la clínica y otra es el estómago de las personas. Chile tiene ahora gente que pide al Gobierno que le brinde una ayuda económica y que responda a las necesidades”.
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“El Gobierno implementó hace más de un mes, un proceso para darles asistencia económica a través de préstamos, a las pequeñas empresas para mantenerlas con vida. El problema es que los préstamos iban a ser entregados por la Banca pero esta no fue lo suficientemente flexible porque no confía en que los pequeños negocios puedan sobrevivir y devolver ese dinero. Por eso el Gobierno está reconvirtiendo esta política para que estos préstamos sean entregados por entidades financieras no bancarias que puedan responder de una forma más flexible a las pequeñas empresas y trabajadores independientes”, manifestó.
Ramírez indicó que la gente respondió por un largo tiempo a las medidas sanitarias establecidas pero la necesidad obligó a las personas a salir a las calles a buscar el sustento diario.
“Actualmente en Chile se tienen dos objetivos, que la gente no salga de sus casas y en segundo término cumplir con que los hospitales cuenten con las camas y ventiladores necesarios, y actualmente estamos caminando al borde de la cornisa en Santiago. Las camas están siendo utilizadas en un 90%”, explicó.
Indicó también que actualmente se tiene un gran número de casos detectados, porque se hacen muchas pruebas. Se realizan unos 20.000 exámenes por millón de habitantes. “La cantidad de exámenes que se están haciendo nos permiten ver con mayor claridad cuántos son los contagios reales”, argumentó.
Chile tiene hasta el momento 46.000 casos confirmados y 478 muertes.
“Con la cuarentena se consiguió evitar que la epidemia creciera rápidamente. El objetivo es que el contagio se mueva de una forma lenta para que no se requiera hospitalización”, apuntó Ramírez.