La decisión emanó de una reunión del Consejo Estratégico de Emergencia Sanitaria que encabezó el ministro de Salud, Jeyson Auza, que establece que “se modifican las medidas de bioseguridad” sin que esto implique un levantamiento de la declaración de “emergencia sanitaria” vigente hace varios meses.
En una comparecencia ante los medios, Auza anunció el “uso obligatorio (del tapabocas) en espacios cerrados”, “el uso opcional en espacios abiertos”, mientras que se mantienen las recomendaciones de lavado frecuente de manos y el distanciamiento físico.
Además de esto, “la población en general debe considerar como una medida de prevención efectiva la vacunación contra la covid-19, siendo esta voluntaria y gratuita”, remarcó el ministro.
Auza sostuvo que la decisión está basada en “números y estadísticas científicamente elaboradas” sobre el comportamiento de la pandemia como “una quinta ola declarada en desescalada” y la tasa de letalidad de 0,1 % que permiten avanzar “hacia una nueva normalidad”.
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A partir de esto, el Ministerio de Salud decidió “levantar” también las recomendaciones que hace algunos meses hizo a la cartera de Trabajo para la aplicación del horario laboral continuo, ingresos o salidas escalonadas y alternancia para el trabajo presencial con virtual.
Auza señaló que con los “nuevos indicadores”, el Ministerio de Trabajo será el que determine “las nuevas medidas en el ámbito laboral”.
“No estamos eliminando la utilización de barbijo (sino) estamos flexibilizando la aplicación de medidas de bioseguridad”, tampoco se trata de “levantar la emergencia sanitaria”, refirió el funcionario boliviano.
Desde la llegada de la pandemia en marzo de 2020, Bolivia acumula 22.196 decesos y 1.100.820 casos confirmados, mientras que son 50.789 los pacientes con la enfermedad activa.
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