Cargando...
Luis Fernando Iribarren, conocido como “El Carnicero de San Andrés de Giles”, fue aprehendido luego de una intensa búsqueda. Este individuo, uno de los criminales más notorios del Argentina, no mostró interés en esconderse tras su fuga. Su arresto no fue trivial, ya que se desplazó por varias provincias junto a su fiel perra, yendo desde La Plata hasta Santa Fe y finalmente a Santiago del Estero.
El sueño de Iribarren, ahora de 59 años, era convertirse en influencer de TikTok. Después de evadir a las autoridades desde La Plata, viajó con su perra en taxi hasta Florencio Varela para luego continuar hacia el microcentro porteño, donde se perdió su rastro por un tiempo. Las investigaciones detectaron que, en Santa Fe, había visitado un taller mecánico, donde arregló la vieja camioneta Peugeot 504 con la que huía.
La búsqueda concluyó en Santiago del Estero, donde la Policía Federal lo capturó. Iribarren había alquilado una habitación y ahora espera su traslado a un penal para cumplir su condena perpetua, resultado de haber asesinado a sus padres y hermanos en 1986, y a su tía nueve años más tarde.
Ante los agentes, Iribarren defendió su inocencia afirmando que su familia lo incriminó. “Mi familia me empapeló. Yo llegué y los encontré a todos muertos”, sostuvo. Afirmó que tras encontrar a su tía fallecida, la enterró en el patio trasero.
Lea más: Incautan paquetes de cera de marihuana en encomiendas enviadas de EE.UU. a Paraguay
La operación de captura
La Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, dirigida por el comisario mayor Martín De Cristóbal, fue crucial en la operación. Las cámaras de seguridad ayudaron a rastrear su recorrido desde su salida de la Facultad de Ciencias Económicas de La Plata, donde dejó de emitir señales con su pulsera GPS del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Iribarren estaba detenido en la Unidad N° 26 de Lisandro Olmos y tenía permiso para salidas educativas a la universidad, donde estudiaba abogacía. Su desaparición fue notada el miércoles 28 de agosto a las 16.49, momento en que dejó de estar bajo custodia policial.
Una secuencia de imágenes de cámaras de seguridad ubicó a Iribarren en la Facultad de Ciencias Económicas de La Plata a las 17:05. Viajó en taxi hasta una estación de YPF en Calchaquí y Senzabello, de Florencio Varela, pagando alrededor de 40.000 pesos. A las 19:20, abordó otro taxi, con destino final en Carlos Pellegrini y Sarmiento en el microcentro porteño.
Las cámaras en las avenidas 9 de Julio y Corrientes no funcionaron ese día, obligando a los investigadores a recurrir a imágenes de cámaras privadas. Posteriormente, se observó que Iribarren tomó la calle Carlos Pellegrini en dirección a la calle Lavalle, cruzó la avenida 9 de Julio y desapareció.
Iribarren no desechó su celular, el cual usó para contactar casas de repuestos y un mecánico en Santa Fe, lo que permitió a las autoridades determinar su movimiento.
Lea más: Allanamientos simultáneos por tragamonedas ilegales en Lambaré
La captura en Santiago del Estero
Finalmente, el celular de Iribarren emitió señales en varios pueblos de Santiago del Estero, siendo el último Villa Atamisqui, a 120 kilómetros de la capital, con una población de unos 3.000 habitantes. Una brigada de la División de Búsqueda de Prófugos de la PFA, en coordinación con el fiscal Juan Menucci, localizó y detuvo a Iribarren.
Iribarren fue recapturado en Villa Atamisqui con la compañía de su perra. En su cuenta de Instagram (@luis.penalista), sigue a 61 personas, principalmente mujeres, y figuras como el presidente Javier Milei y un refugio de animales en Pereira, Colombia.
Al momento de su detención, Iribarren no opuso resistencia y explicó a los policías que su plan era llegar a Paraguay para entregarse. Su destino está claro: cumplir su condena tras las rejas.
Los crímenes de Iribarren
En 1986, Iribarren asesinó a sus padres y hermanos con una carabina calibre 22 mientras dormían, y los enterró a 40 metros de su casa. Luego, en 1995, mató a su tía Alcira con un hacha, alegando que quería acabar con su dolor. Estos hechos marcaron una trayectoria criminal que lo define como uno de los mayores asesinos en la historia de la Argentina.
Fuente: Clarín.com