Las deliberaciones de la COP30 tendrán lugar entre el 10 y el 21 de noviembre y se esperaba que la cumbre de líderes tuviera lugar en los primeros días, como ha ocurrido en años anteriores.
La decisión del Gobierno de Brasil de anticipar la cita de mandatarios busca que la reunión se realice en un ambiente más tranquilo y ayudar con la logística del evento, pues la ciudad cuenta con una limitada capacidad hotelera.
"La cumbre forma parte de la COP y adelantarla es una decisión de Brasil. Eso nos da tiempo para hacer una reflexión más profunda, con más tranquilidad y sin la presión de la red hotelera o de la ciudad, además de ayudar a organizar mejor la apertura oficial del evento", explicó Valter Correia, secretario extraordinario de la COP30, citado en un comunicado enviado por la organización de evento.
Para la conferencia climática se espera la participación de unas 50.000 personas, entre diplomáticos, ministros, empresarios, académicos y activistas.
No obstante, la capacidad hotelera de la ciudad es de unas 25.000 camas, por lo que el Gobierno ha puesto en marcha un plan para resolver ese déficit que incluye la construcción y adecuación de hoteles, la adaptación de escuelas y acuerdos con plataformas de hospedaje como Airbnb.
Asimismo está prevista la utilización de cruceros que servirán de hospedaje y que permanecerán atracados en un puerto próximo a la ciudad.
La escasez hotelera ha disparado los costos de los alojamientos con precios desproporcionados, un problema que el Gobierno brasileño reconoce y que achaca a un movimiento especulativo.
Según explicó Correia a comienzos de año, el asunto "debe estabilizarse con el aumento de la oferta de camas en el que trabaja el Gobierno", una posición que es compartida por la Asociación Brasileña de la Industria Hotelera en Pará.